Conoce el secreto de la constancia, con Cecilia Castro

Constancia

Cecilia Castro / @ailicastronutricionista

Con el pasar de los días y semanas, va disminuyendo esa motivación inicial y empieza el ciclo de abandono del cambio que queríamos propiciar en nuestro estilo de vida. Al abandonar ese intento de cambio, viene la frustración y, al mismo tiempo, el convencimiento de que el problema es la falta de disciplina y poca fuerza de voluntad.

En esta etapa, algunos intentan otros métodos, se ayudan con otras estrategias que regresen su motivación inicial, o, sencillamente abandonan el cambio y el hábito en consecuencia. Este ciclo puede suceder en cuestión de días o algunas semanas, cultivando la idea de no poder ser constantes con ningún hábito y de allí no se obtengan los resultados deseados. 

El principal error es dejar el trabajo a la fuerza de voluntad y disciplina sin entender primero que cualquier hábito a adoptar necesita de un entorno correcto para poder desarrollarse en el tiempo o a largo plazo, es decir, lograr ser constante, porque ningún hábito puede llamarse hábito sin primero ser constantes en su práctica. 

El entorno es quien facilita o dificulta la ejecución de ese hábito, por lo que crear entornos adecuados para adoptar nuevos hábitos facilita la constancia de su ejecución a largo plazo y minimiza la probabilidad de los ciclos de abandono. 

Vamos con algunos ejemplos de ciertos hábitos saludables en donde al corregir el entorno, mejora la constancia del mismo: 

Meditación: si deseas empezar a meditar, deja tu silla, almohada o cojín justo al lado de tu cama con tus audífonos listos si los usas y el calentador en caso de que pudieras usar el frío te serviría de excusa. 

Suplementos: si se te olvidan las vitaminas o suplementos, utiliza organizadores de pastillas y déjalos al lado de tu agua, con una alarma a la hora que debas tomarlos. 

Hidratación: para la hidratación del día proponte metas diarias en vasos, apoyándote igual con alarmas y recordatorios cada ciertas horas para lograrlo. O para el agua con limón de las mañanas, deja todo listo en tu cocina desde la noche anterior, de modo que te encuentres con eso a primera hora del día al entrar a tu cocina. 

Ejercicios: si se te dificulta ir al gimnasio después de algunas semanas iniciada la actividad física, empieza preparando la ropa de entrenar la noche antes o toda la semana previa, así no tendrás tengas tiempo de arrepentirte mientras decides qué ponerte. Lo mismo con el bolso del gym, utiliza uno solo siempre con todos los implementos para que no pierdas tiempo en esas decisiones. Si el frío es la excusa, evalúa cambiar la hora de entrenamiento o usar ropa de deporte que te permita contrarrestar el clima invernal. 

Lectura: para los hábitos de lectura, ten ya preparado lo que vas a leer y designa un lugar de tu casa para las lecturas; deja la silla, los lápices y los libros listos para ser disfrutados. Crea el espacio adecuado para ello. 

Snacks: si en tu entorno solo hay opciones saludables, eso será lo primer que elijas por la facilidad, así que mejor mantén cerca frutas y frutos secos a tu alcance u ordenados en porciones para toda la semana; al contrario, si en tu entorno hay opciones pecaminosas, eso será lo más fácil para ti. 

Esto aplica también para la comida del día que más te cueste hacer dentro de tu plan, si es la cena – por ejemplo-, prepárala por adelantado una vez a la semana y así el cansancio no será la excusa, sino que te preparaste el entorno que facilitó la ejecución de esa comida como te corresponde. 

Descanso: si en las noches estás desarrollando el hábito de leer para no ver pantallas, prepara tu lectura o crea tu ritual antes de dormir y ten los libros listos al lado de tu cama, dejando el celular o cualquier otro dispositivo fuera de la habitación y de tu alcance. 

Todas las dificultades que pueda presentar un cambio en nuestro estilo de vida o debilidades que tenga nuestra rutina se pueden convertir en fortalezas y oportunidades de mejora.

El entorno lo es todo para adoptar o abandonar hábitos a largo plazo, mucho más que la fuerza de voluntad, tu disciplina o la motivación. Crea un entorno que te facilite el hábito que quieras adoptar y lograrás ser constante hasta lograr la automatización de ese y de cualquier hábito.  

DEJA UNA RESPUESTA

Deja tu comentario
Ingresa tu nombre