Los migrantes que se mantienen en la frontera duermen a la intemperie, además de no tener un acceso a comida o agua.
Luna Espejo / @ilunae
Tras el anuncio del Ejecutivo nacional, el día 22 de junio, una nueva medida regulatoria hacia los venezolanos se convertía en una exigencia la posesión de una visa consular de turismo para ingresar a Chile, luego ser publicado en el Diario Oficial chileno.
Cientos de migrantes fueron los que quedaron varados en la frontera con Perú. Algunas fuentes indican que son alrededor de 200, 300 o 500 venezolanos que se encuentran en la zona fronteriza de Chacalluta.
Es debido a ello que el director del Departamento de Migración del Instituto Católico Chileno de Migración (INCAMI) en Arica, Isaldo Bettin, se dirigió a las inmediaciones para constatar el estado de los migrantes que se encuentran en la frontera.
El director de INCAMI pudo constatar que las personas se quedan en el medio entre la carretera que va hacia Perú y la carretera que va hacia Chile, “Están en el sol, no hay carpa, usan frazadas para cubrirse del sol y del frío y ahí se quedan”.
Los migrantes también tienen problemas con respecto a conseguir agua potable, víveres e incluso acceso a los baños, donde a veces el acceso es negado debido a “la cantidad de gente”. Bettin indicó de igual forma que INCAMI se encuentra realizando donativos de comidas y que además hay personas particulares que se acercan a realizar sus donaciones.
Además de ello, Bettin, en una conversación con El Mostrador, expresó que la decisión que tomó el gobierno chileno de implementar la nueva medida de regulación migratoria se hizo de forma “muy rápida” y “sin diálogo con la sociedad civil y las instituciones. Se podría dialogar antes de tomar esas decisiones y segunda, dar un tiempo más a la gente que ya está en camino”.
De igual forma, el director argumentó que el gobierno debe tener una postura diferente ante la situación de las personas que salen de Venezuela, debido a la crisis que se enfrentan las personas que residían en ese país.
El director de INCAMI señala que en la sede de Arica se encuentran realizando una campaña para recaudar donativos como toallas húmedas, pañales, agua y jugos para hacerlos llegar a los migrantes en la frontera, además de destacar que el gobierno tiene una sala con stock de agua (principalmente) del que pudo percatarse y constatar su distribución paulatina.