El coqueteo online o el “flirtear” con alguien, cortejar o como le quieras decir, es divertido, eso es imposible de negar. Hacerlo vía online (o digital) es mucho más fácil, accesible y nos permite en muchas ocasiones ser más directos o hasta espontáneos.
Actualmente es mucho más sencillo gracias a las redes sociales y las apps, ya que podemos presumir el mejor lado de nosotros y “editar” ese lado que no nos gusta mucho.
Para algunos, enviar un “me gusta” o pedir el WhatsApp de alguien resulta un tanto inocente, sin embargo, cuando se está comprometido o en pareja este acto no resulta tan “ingenuo”, puesto que estas formas de comunicarse pueden tener un interés diferente, uno que no se ve reflejado a primera instancia, pero que puede llegar a ser comprometedor con el pasar del tiempo.
De este modo se puede decir que este universo de intercambio de textos podría desembocar en relaciones fugaces, que llegan a ocupar el mismo espacio mental que un amorío real; un escenario en que la amistad se confunde con el deseo y la autoestima muchas veces da paso a esa pasión sin medir las consecuencias que pueden tener a futuro.
Para desglosar esta situación, primero debemos tener claro a qué nos referimos cuando hablamos de coqueteo online o flirting. Es la insinuación sexual, romántica o forma de llamar la atención de una persona a otra; indica que se tiene un interés de amistad, juego o interés sexual. La coquetería es un tipo de práctica seductiva que se apega al código de etiqueta social.
Del mismo modo, hay que tener en cuenta que la seducción tiene diferentes niveles que van desde el más sutil hasta el de carácter explícito, en el que se deja entrever el interés hacia el otro. En el primer caso, este coqueteo puede ser parte de nuestra personalidad, mientras que en el segundo hace alusión a una necesidad consciente de la persona por llamar la atención de un tercero.
Si bien todo eso es parte de un coqueteo online o quizás físico, es momento apropiado para preguntarse cuál es la delgada línea que separa el coqueteo de la infidelidad. La respuesta es “cuando se comienzan a compartir espacios que corresponden exclusivamente a la pareja, espacios de intimidad, no sólo relacionado con lo sexual y donde la pareja quede excluida de esta relación”.
En importante destacar que una reciente encuesta realizada por Tagged indica estos resultados:
Casi la mitad de la encuesta dijo que, al cabo de un mes de mensajes, tweets, DMs y demás coqueteos, suelen buscar conocerse fuera de la red. Alrededor del 28 % afirmó que solo espera una semana antes de acordar una cita y el 7 % dijo que espera tan solo una semana.
En el coqueteo online, los participantes creen que la foto de perfil es el componente más importante a tomar en cuenta, seguido de la ubicación, los intereses y los amigos en común. Un 53 % de las personas prefiere compartir una foto donde se vea solamente la mitad superior de su cuerpo a una foto donde estén de cuerpo completo o con una pose sexy.
Ante esta situación cada vez más común en una sociedad consumida por las redes sociales, les doy algunas recomendaciones en caso de que pasen por esta situación:
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