Alberto Barradas – @Psicovivir
Siempre he creído que la aprobación es muy fácil recibirla, lo realmente difícil es soportar el rechazo. Sucede que a nuestro alrededor hay personas adictas a la búsqueda constante de aprobación, mientras que otras le tienen miedo al rechazo.
Cada vez que alguien nos señala, critica o rechaza, nuestra autoestima se pone a prueba y nos permite ver de qué estamos hechos. De nada vale que todo el mundo te apruebe si tú no eres capaz de aprobarte a ti mismo.
Es así como muchas personas viven a merced de complacer a los demás, sin tener muy claro un concepto de sí mismo, lo que los lleva a depender cada día de lo que los demás digan de él, sin darse cuenta de que de esta forma se traicionan y dejan de ser quien realmente son.
Particularmente, considero que la crítica no es mala, en lo absoluto. De hecho, malo es que por evitar recibir críticas te humilles o pierdas la dignidad, ya que, en este punto, sin darnos cuenta, somos sometidos por quien le otorgamos el poder de aprobación sobre nosotros mismos.
De igual forma, me preocupa ver cómo por temor al rechazo somos capaces de seguir con un mal médico, un mal marido e incluso somos capaces de mentir patológicamente, pareciera que llegamos a límites infrahumanos debido a eso.
Lo curioso de todo esto, es que tenemos miedo al rechazo como si eso fuese algo que no nos pudiera suceder a nosotros, además, sin darte cuenta, al buscar imperiosamente que la gente no te rechace, ya dice mucho sobre quien te rechaza duramente.
En general, sucede que toda crítica la hace alguna persona que considera que sabe más que tú, y muchas veces resulta valedero, otras es simplemente un complejo, sin embargo, independientemente, el ofenderte o no, depende del poder que tú entregues al otro.
Es así como considero primordial conocernos a nosotros mismos, ya que mientras nuestra autoestima esté bien, pocas críticas malsanas van a afectarnos y desenfocarnos de nuestro centro.
De igual forma es importante acercarte a quienes te aprueben, pero sin buscar hacer cambiar de idea a quienes de forma destructiva y ofensiva te rechacen, ya que si usted desea dominar su mundo, el miedo al rechazo no puede estar en su personalidad, pues no hay forma humana de que alguien pueda afectar con una crítica a quien es capaz de conocerse íntimamente.