La Cámara de Representantes de Estados Unidos dio este miércoles luz verde a un juicio político al presidente, Donald Trump, en el Senado, al aprobar dos cargos en contra del Mandatario estadounidense, uno por abuso de poder por presiones a Ucrania y otro por obstrucción al Congreso.
En el caso del primer cargo, un total de 230 legisladores apoyaron imputar políticamente a Trump con ese voto, mientras que 197 votaron en contra y uno se abstuvo.
En septiembre, los demócratas anunciaron el inicio de una investigación para abrir un proceso de destitución a Trump, después de que un informante revelara a los servicios de Inteligencia el contenido de una conversación telefónica en julio entre el presidente y su homólogo de Ucrania, Volodímir Zelenski.
En esa llamada, el gobernante estadounidense presionó al ucraniano para que abriera pesquisas contra su rival político y ex vicepresidente, el demócrata Joe Biden -actual precandidato de su partido a las elecciones de 2020-, y su hijo Hunter por supuesta corrupción en ese país.
Posteriormente, los legisladores aprobaron con 229 votos a favor, 198 en contra y una abstención imputar el cargo político de obstrucción al Congreso contra Trump.
Para abrir un juicio político al presidente en el Senado bastaba con que la Cámara Baja apoyara uno de los dos cargos y era previsible que así ocurriera, dada la cómoda mayoría demócrata en la Cámara de Representantes.
De esta manera, Trump se convierte en el tercer presidente en la historia de Estados Unidos que se someterá a un “impeachment”, término con el que se conoce en inglés el juicio político, tras Bill Clinton (1993-2001) y Andrew Johnson (1865-1869).
Ahora el proceso pasará al Senado, donde se espera que se celebre “impeachment” al mandatario a partir de enero.
Allí los republicanos mantienen el control por un ligero margen, de 53 frente a 47, a lo que se suma que el juicio político exige además una mayoría de dos tercios, por lo que la destitución de Trump parece improbable.
Fuente: Cooperativa
