Israel y Líbano ponen fin a dos meses de guerra, pero Israel mantiene acciones armadas en Gaza
En la madrugada de este miércoles, a las 02:00 GMT, entró en vigor el alto al fuego entre Israel y Hezbollah, poniendo fin a dos meses de conflicto en Líbano. Este acuerdo, según el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está diseñado para ser un cese permanente de las hostilidades. Sin embargo, el ejército israelí continúa sus acciones armadas contra Hamás en la Franja de Gaza.
Según lo acordado, Israel tiene un plazo de 60 días para retirar sus tropas del territorio libanés, bajo la supervisión de Estados Unidos y sus aliados europeos.
El presidente Biden ratificó que Israel conserva el derecho a la autodefensa según el derecho internacional en caso de que Hezbollah o cualquier otro grupo rompa el acuerdo y represente una amenaza directa para Israel.
Por otro lado, el pasado 7 de octubre se cumplió un año desde el asalto de milicianos de Hamás en territorio israelí, dejando más de 1,200 muertos y 250 secuestrados. A pesar de las presiones internacionales, el gobierno de Benjamin Netanyahu se ha negado a un alto al fuego en Gaza, a diferencia de lo que hizo con Líbano.
Expertos señalan que las diferencias entre ambos conflictos explican las decisiones de Israel. En Gaza, no existe una organización armada tan fuerte y coordinada, lo que ha permitido a Israel llevar a cabo su ofensiva con menos bajas. En cambio, en Líbano se reportan a diario muertes de soldados israelíes a manos de los seguidores de Hezbollah, mejor armados y entrenados que los milicianos de Hamás.
Además, la falta de una victoria clara en Líbano ha mantenido a miles de ciudadanos israelíes alejados de sus hogares en la zona cercana a la frontera entre ambos países. Asimismo, la Franja de Gaza al no ser un estado unificado y oficialmente reconocido, carece de un liderazgo claro con quien acordar un alto al fuego como en el caso de Israel y Líbano.