La propuesta de reforma al sistema político presentada por senadores de diversos partidos políticos ha generado controversia en la Cámara de Diputados. Esta iniciativa, que tiene como objetivo terminar con los partidos políticos considerados “pequeños” y evitar la aparición de “díscolos” para fomentar coaliciones más amplias, ha despertado críticas entre los parlamentarios que se verían afectados por esta medida.
En caso de convertirse en ley, se vería amenazada la continuidad de partidos como Amarillos, Demócratas, Acción Humanista, FRVS, Partido Humanista, Partido Radical y Evópoli, además de limitar la capacidad de los independientes de formar listas para elecciones parlamentarias.
El presidente de la Comisión de Constitución, Miguel Ángel Calisto, perteneciente a la bancada de Demócratas, ha acusado a los legisladores de actuar con intereses particulares al proponer esta reforma. Por su parte, el diputado Andrés Jouannet, presidente de Amarillos, ha expresado su desaprobación hacia la propuesta, señalando que una reforma política que no considere al centro no avanzará ni beneficiará al país.
Otro aspecto criticado en la Cámara de Diputados es la falta de comunicación por parte del ministro de la Segpres, Alvaro Elizalde, respecto a esta reforma. Parlamentarios como Eric Aedo y Tomás Hirsch han cuestionado la iniciativa, calificándola de antidemocrática y temiendo un retroceso hacia un sistema político menos participativo.
Ante la controversia generada, el ministro Alvaro Elizalde ha decidido mantener distancia de la propuesta y reconocer la incertidumbre sobre su futuro en la Cámara Baja. Destacó la importancia de un diálogo para lograr un acuerdo que beneficie a todos los sectores involucrados en la reforma del sistema político.