La reconocida exchica reality Angélica Sepúlveda ha compartido en sus redes sociales la angustia que siente tras el accidente sufrido por su novio turco, Gürsel Saglam, en su país natal. Esta situación se complica aún más debido a que Sepúlveda ya estaba enfrentando la difícil situación de la salud de su padre, quien sufrió un accidente cerebrovascular a finales de septiembre.
La angustia de Angélica Sepúlveda
En sus publicaciones, Sepúlveda ha expresado su preocupación y el impacto emocional que este año ha tenido en su vida. En sus historias de Instagram, compartió: “Casi quedo viuda hace unos días”, dejando ver la gravedad de la situación. La exchica reality mencionó: “Dicen por ahí que Dios le da sus peores batallas a sus mejores guerreros. Si es así, parece que cree que yo soy Hulk, porque pucha que me ha puesto pruebas heavy este año”.
Un año lleno de desafíos
La influencer también ha comentado que la experiencia de casi perder a su pareja ha sido tan dolorosa que les ha llevado a replantear su relación. A pesar de la adversidad, Sepúlveda se mostró esperanzada y deseó una pronta recuperación a Gürsel.
En una conversación con Página 7, Angélica Sepúlveda brindó más detalles sobre el accidente de su novio. “Fue complicado, pero la medicina allá es muy buena, así que va evolucionando bien”, indicó. Aunque no reveló la naturaleza exacta del accidente, enfatizó que fue una tragedia personal que se sumó a la difícil situación de su padre.
La incertidumbre y el dolor
Sepúlveda describió el año como agotador en todos los sentidos, afirmando: “Realmente este fin de año ha sido agotador en todo sentido, pero ahí vamos paso a paso”. La noticia del accidente de Gürsel fue devastadora para ella, y añadió: “Me quise morir con la noticia, es algo que nunca esperas”.
La influencer también mencionó que su pareja debía haber llegado a Chile el 4 de noviembre, pero un imprevisto cambió sus planes de vuelo. La incertidumbre de esperar los resultados de los exámenes médicos fue uno de los aspectos más difíciles de afrontar, ya que no podía comunicarse ni verlo durante ese tiempo crítico.