El ex presidente de Siria, Bashar al Assad, ha sido acogido en Rusia junto con su familia después de recibir asilo político del Kremlin. Según informes de la agencia rusa TASS, Al Assad y sus allegados ya se encuentran en Moscú, donde han sido autorizados por el gobierno de Putin para establecerse en el país.
“Rusia siempre ha abogado por una solución política a la crisis en Siria. Insistimos en reanudar las negociaciones con la mediación de la ONU”, señalaron desde el Kremlin. Asimismo, aseguraron que “funcionarios rusos están en contacto con los representantes de la oposición armada siria, quienes han garantizado la seguridad de las bases militares y misiones diplomáticas rusas en territorio sirio”.
La salida de Bashar al Assad y su familia de Siria se produjo tras el derrocamiento de su gobierno por parte de rebeldes islamistas, en medio de la guerra civil que ha afectado al país durante 13 años. Esta caída tuvo lugar a manos de Hayat Tahrir al Sham (HTS), un grupo armado vinculado a Al Qaeda y el Estado Islámico, liderado por el yihadista salafista Abu Mohamed al Jolani, cuyo objetivo es convertir a Siria en un régimen religioso, en detrimento de minorías como los cristianos.
En este sentido, la agrupación es considerada una organización terrorista a nivel global por Estados Unidos, que en su momento ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por la captura de Al Jolani.