La Policía de Investigaciones logró desmantelar una red de taxistas que operaba en el Aeropuerto de Santiago, Región Metropolitana. Esta banda, compuesta por 10 conductores, se dedicaba a estafar a turistas extranjeros que llegaban al terminal aéreo en Pudahuel, cobrándoles hasta $9.000.000 por trasladarlos a la zona oriente de la capital.
Todos los integrantes de esta organización fueron formalmente acusados de estafa reiterada y asociación ilícita. Según los informes iniciales, al menos 17 víctimas denunciaron haber sido víctimas de hurto de dinero después de realizar viajes con estos taxistas fraudulentos, con montos que oscilaban entre los $600.000 y $9.000.000.
Óscar Bacovich, prefecto de la PDI, reveló que el perjuicio causado por los traslados de turistas ascendió a cerca de $100 millones de pesos. Los turistas, al no tener acceso a internet, solo se daban cuenta del robo al llegar a sus hoteles y conectarse a sus cuentas bancarias.