La Contraloría General de la República (CGR) ha revelado graves deficiencias en los controles realizados por la Dirección Regional de Aduanas Metropolitana en el Aeropuerto de Santiago, según lo expuesto en el informe final N° 535/2024.
Uno de los hallazgos más preocupantes es la falta de equipos de escáner en el Subdepartamento de Ingreso de Mercancías, lo que deja a este departamento dependiendo únicamente de inspecciones visuales. Esta situación podría facilitar el ingreso de productos ilícitos como drogas y armas.
Además, a pesar del aumento en las operaciones de ingreso de mercancías entre 2019 y 2023, no se ha registrado un incremento proporcional en el personal, lo que ha disminuido la eficacia de los controles. En 2023, solo se fiscalizó el 0,059% de los documentos tramitados, lo que equivale a 4.081 revisiones de un total de 6.823.515 operaciones.
El informe también señala que algunos despachadores han obstaculizado inspecciones de mercancías en varias ocasiones sin recibir las sanciones correspondientes, incumpliendo la Ordenanza de Aduanas. Asimismo, ciertos agentes aduaneros han gestionado importaciones con infracciones relacionadas con contrabando y normativas reglamentarias sin enfrentar medidas disciplinarias.
Otro punto crítico es la carencia de documentación que acredite la presencia de un armero especialista de la Dirección General de Movilización Nacional en la fiscalización de mercancías sospechosas, como armas y municiones.
Ante estas irregularidades, la Contraloría ha ordenado a la Aduana Metropolitana acelerar la adquisición e implementación de un equipo de rayos X para mejorar los controles. Además, se requiere que se presenten antecedentes de los casos denunciados y se inicie la aplicación de multas y sanciones para evitar la repetición de estos hechos.