El acuerdo tan esperado por la reforma de pensiones entre el Gobierno y el Congreso se ve amenazado por los cambios de postura de Guillermo Ramírez, presidente de la UDI, para alinearse con la postura de José Antonio Kast y su partido, Republicanos.
Ramírez generó controversia al expresar su apoyo a destinar solo el 0,5% de los 6 puntos adicionales de cotización a un fondo solidario, lo que desató la crítica de Republicanos, liderado por Arturo Squella, y de José Antonio Kast, quien acusó a Chile Vamos de ceder ante la izquierda en el acuerdo por las pensiones.
Ante las críticas, Ramírez se retractó de sus declaraciones originales y aclaró que el objetivo es igualar las pensiones de hombres y mujeres sin recurrir al reparto. Esta situación puso en entredicho el acuerdo alcanzado por Hacienda en el Senado y resaltó el rol de Republicanos en la discusión.
Ximena Ossandón, jefa de la bancada de diputados de RN, salió a explicar que el diálogo con el Gobierno no implica un reparto, sino una solidaridad intrageneracional para solucionar el problema de desigualdad de pensiones entre hombres y mujeres. Ante este escenario, la incertidumbre persiste en torno al futuro de la reforma de pensiones y a la posición de los partidos involucrados en el acuerdo.