El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, se encuentra bajo investigación por traición y otros delitos, lo que ha llevado al Ministerio de Justicia a prohibirle salir del país. La medida se tomó luego de que Yoon declarara la ley marcial la semana pasada.
La Oficina de Investigación de Corrupción de Funcionarios de Alto Nivel (CIO) solicitó al Ministerio de Justicia la implementación de esta medida, según informó su director, Oh Dong-hoon, durante su intervención en la Asamblea Nacional.
Yoon está siendo investigado por traición, amotinamiento y abuso de poder, al igual que varios altos funcionarios del gobierno y militares. Se sospecha que la ley marcial fue declarada con motivaciones políticas para proteger al presidente y a la primera dama, quien enfrenta acusaciones de corrupción.
La solicitud de la CIO a la policía y a los fiscales para que remitan el caso demuestra el compromiso de garantizar una investigación objetiva sobre altos funcionarios en Corea del Sur.
Tras el fracaso de la moción parlamentaria para destituir al presidente, el Partido del Poder Popular (PPP) ha instado a Yoon a renunciar de manera anticipada y ordenada. Mientras tanto, el presidente cederá sus responsabilidades en asuntos estatales, incluida la diplomacia, al primer ministro.
El Partido Democrático (PD), principal partido opositor, ha calificado el plan del PPP como anticonstitucional y planea presentar una nueva moción en el Parlamento para intentar inhabilitar al presidente. Sin embargo, necesita el respaldo de ocho legisladores del PPP para lograr la mayoría necesaria y destituir a Yoon.
En medio de esta crisis política, la situación en Corea del Sur sigue siendo incierta. La presión sobre el presidente y su gobierno continúa en aumento, mientras el país busca resolver esta controversia que ha generado un gran impacto en la sociedad.
Por EFE.