En las cárceles chilenas se ha registrado recientemente un preocupante aumento de la violencia entre los reclusos, con dos casos destacados en las prisiones de Concepción y Puerto Montt. Un hombre fue asesinado y decapitado en el Centro Penitenciario de Concepción, mientras que otro reo perdió la vida tras ser apuñalado 250 veces en la cárcel de Puerto Montt. Estos trágicos incidentes se suman a otro crimen ocurrido en el penal de Alto Hospicio, donde un interno fue apuñalado en el patio.
Según información proporcionada por Gendarmería, estos tres homicidios son los más recientes de una serie de 42 casos registrados en lo que va del año, lo que representa la cifra más alta de muertes en cárceles chilenas en los últimos tres años. En 2023 se reportaron 35 fallecimientos por agresiones en prisiones, en 2022 fueron 29, en 2021 se contabilizaron 49 y en el año 2020, durante la pandemia, se alcanzó la cifra más alta con 61 reos muertos.
El ministro de Justicia, Jaime Gajardo, ha señalado que las cifras de muertes en cárceles se han mantenido relativamente estables en los últimos 20 años, con un promedio de 42 reclusos fallecidos por año. Sin embargo, Gajardo reconoce que la presencia de bandas de crimen organizado en las prisiones puede intensificar la violencia y el control del establecimiento penitenciario. En este sentido, el gobierno ha intensificado sus esfuerzos para prevenir que las bandas criminales dominen las cárceles chilenas y mantengan la seguridad en el sistema penitenciario.
A pesar de que la cifra de reclusos fallecidos representa solo el 0,038% de la población penal de 58.864 personas, la situación en las cárceles chilenas sigue siendo motivo de preocupación. Las autoridades continúan trabajando para abordar la violencia interna y mejorar las condiciones de seguridad en los recintos penales del país.