El representante del Gobierno francés en Mayotte, François-Xavier Bieuville, ha declarado que el ciclón Chido ha dejado un trágico saldo de “sin duda varios cientos de muertes” en el archipiélago homónimo, situado en el océano Índico. Bieuville advierte que determinar un balance final llevará tiempo, pero estima que la cifra de fallecidos podría acercarse al millar o incluso a varios miles.
El departamento de Mayotte, el más empobrecido de Francia, cuenta con alrededor de 100,000 viviendas en condiciones precarias, la mayoría de las cuales fueron destruidas el pasado sábado. La tradición musulmana, religión predominante en la isla, exige que las personas sean enterradas en un plazo de 24 horas después de su fallecimiento, lo que plantea preocupaciones sobre posibles muertes no registradas oficialmente.
El aeropuerto internacional de Mamoudzou permanece cerrado para vuelos comerciales, y muchas carreteras se encuentran inoperativas. Se han reportado problemas de escasez de electricidad y agua potable en la zona. Ante esta situación, el Gobierno francés tiene previsto desplegar hasta 800 agentes de policía y rescatistas en varias fases. Además, un avión militar con ayuda humanitaria ya ha llegado a Mamoudzou, la capital de Mayotte. Una de las principales preocupaciones de París son los posibles saqueos en comercios y hogares.
La magnitud de la tragedia en Mayotte ha conmocionado a la población local y a las autoridades francesas, que trabajan arduamente para hacer frente a las consecuencias devastadoras dejadas por el ciclón Chido.