El activista de derechos humanos y preso político Edward Ocariz recibió un emotivo mensaje al ser excarcelado la noche del lunes, 23 de diciembre. Su hermana, Sol Ocariz, quien había sido impedida de visitarlo durante más de un mes, finalmente pudo abrazarlo en un emotivo reencuentro.
Ocariz, quien estuvo recluido en el Internado Judicial de Carabobo, conocido como Tocuyito, fue liberado después de más de cinco meses de detención. Su regreso a casa fue celebrado por familiares y defensores de derechos humanos como una victoria tras un periodo de resistencia y lucha.
El Comité por la Libertad de los Presos Políticos (Clipp) destacó la arbitrariedad de la detención de Ocariz, quien había denunciado amenazas de simpatizantes oficialistas. Su liberación fue recibida con alegría y alivio por parte de aquellos que abogan por la justicia y la libertad en Venezuela.
El caso de Ocariz resalta la lucha constante por los derechos humanos en un contexto político tenso y lleno de desafíos. La excarcelación de este activista es un recordatorio de la importancia de la perseverancia y la resistencia en la defensa de la libertad y la justicia.
El regreso de Ocariz a su hogar marca un nuevo capítulo en su vida y en su lucha por un país donde reine la democracia y el respeto a los derechos fundamentales. Su historia, llena de obstáculos y desafíos, es un testimonio de la valentía y la determinación de aquellos que se enfrentan a la injusticia y la represión.
En medio de la celebración por la liberación de Edward Ocariz, la sociedad venezolana continúa enfrentando desafíos y obstáculos en su camino hacia la democracia y la libertad plena. Sin embargo, casos como el de Ocariz son un recordatorio de que la esperanza y la lucha por un futuro mejor siguen vivas en la sociedad venezolana.