El Ejército israelí liberó a aproximadamente 400 personas detenidas durante el asalto al hospital Kamal Adwan en Beit Lahia, al norte de la Franja de Gaza. Sin embargo, el director del hospital, Husam Abu Safiya, permanece bajo arresto mientras se inicia una nueva ofensiva en Beit Hanoun.
Tras ingresar al hospital Kamal Adwan y incendiar gran parte de sus instalaciones, las fuerzas israelíes arrestaron a casi todos los pacientes, acompañantes y personal médico. Posteriormente, los forzaron a caminar hasta el patio de una escuela cercana donde fueron registrados e interrogados.
La mayoría de los detenidos han sido liberados, incluyendo a miembros del personal médico, pero el doctor Safiya sigue bajo custodia. Él ha estado liderando el hospital en medio de ataques intensos por parte de Israel, denunciando la violación del derecho internacional que supone la destrucción del sistema de salud.
El Ejército justificó su ataque al Kamal Adwan argumentando que operativos de Hamás lo utilizaban como refugio para organizar ataques contra Israel. La Organización Mundial de la Salud denunció la destrucción del sistema de salud en Gaza como una sentencia de muerte para muchos palestinos que requieren atención médica.
En medio de la ofensiva en el norte de la Franja de Gaza, se inició una operación en Beit Hanoun donde se reportaron seis fallecidos. La Brigada Nahal, activa en Rafah, ha llevado a cabo operativos contra objetivos terroristas en la zona, designando rutas seguras para la evacuación de la población civil.
En otro ataque, al menos nueve personas de una misma familia fallecieron por un bombardeo en el campo de refugiados de Al Maghazi. Desde el inicio del conflicto, más de 45.400 palestinos han perdido la vida, 108.000 han resultado heridos, y se reportan 11.000 desaparecidos bajo los escombros, según el Ministerio de Sanidad.
La intensificación de la ofensiva israelí en Gaza ha generado una crisis humanitaria en la región, con múltiples víctimas y daños irreparables en la infraestructura de salud. La situación sigue siendo crítica y es necesario un llamado urgente a la comunidad internacional para detener la violencia y proteger a la población civil atrapada en medio del conflicto.