El renombrado escritor Amos Oz falleció el 28 de diciembre de 2018 en Tel Aviv a los 79 años, después de una larga batalla contra el cáncer. Su legado literario y político sigue resonando hasta el día de hoy, seis años después de su partida. Con una obra que abarca 18 libros, 450 artículos y ensayos, Oz exploró con profundidad los conflictos internos y externos de la sociedad israelí. En 2017, el autor defendió la necesidad de un Estado Palestino independiente, afirmando que era la única opción viable para la región.
Nacido como Klausner el 4 de mayo de 1939 en Jerusalén, Amos Oz creció en una familia de inmigrantes judíos que escaparon de Europa Oriental. Tras la trágica muerte de su madre a la edad de 12 años, Oz decidió cambiar su apellido a Oz, que en hebreo significa “coraje”, y se unió al kibutz Hulda, donde comenzó su carrera como escritor. Durante su tiempo en el kibutz, publicó sus primeros cuentos cortos mientras estudiaba filosofía en la Universidad Hebrea y amplió su formación en Oxford. Su obra, traducida a 35 idiomas, se caracteriza por abordar las tensiones ideológicas, geográficas e históricas que marcan a Israel.
Una de las novelas más conocidas de Amos Oz es “My Michael” (1968), que narra la historia de una mujer insatisfecha durante la década de 1950. La novela generó intensos debates en Israel debido a sus alusiones a las relaciones árabe-judías, lo que llevó a que algunos críticos la tildaran de “políticamente peligrosa y subversiva”. Oz también exploró temas autobiográficos en “Amor y oscuridad” (2003), que se convirtió en una de sus obras más vendidas a nivel mundial, obteniendo reconocimiento en premios literarios.
En su ensayo “Historia comienza: ensayos sobre” (1999), Amos Oz reflexiona sobre la literatura y es considerado un libro fundamental por la escritora argentina Claudia Piñeiro. Otras obras destacadas del autor incluyen “Una pantera en el sótano” (1995) y “Tocar agua, tocar viento” (1973), que han sido aclamadas por la crítica y el público. En una de sus últimas entrevistas, Oz advirtió sobre los peligros del fanatismo, expresando que la imaginación es el antídoto necesario para combatir la violencia que puede surgir de las ideas extremistas.
El legado de Amos Oz perdura en la literatura contemporánea, recordando su compromiso con la exploración de las complejidades sociales, políticas e históricas de Israel. Su capacidad para abordar temas delicados con sensibilidad y profundidad lo convierte en una figura destacada en la escena literaria mundial.