El Monumento Natural “Cueva del Milodón” es un sitio de gran interés turístico en la región, visitado por una gran cantidad de turistas que llegan en buses y vans para explorar la cueva más grande de la zona. Ubicado a solo 24 kilómetros de Puerto Natales, este lugar ofrece a los visitantes la oportunidad de adentrarse en la historia de la Patagonia chilena durante aproximadamente 40 minutos de visita.
La cueva, situada en la vertiente sur del cerro Benítez, es solo una parte del Monumento Natural que abarca 189 hectáreas administradas por la Corporación Nacional Forestal (Conaf). Dentro de esta área, se pueden visitar dos cuevas adicionales, una de las cuales ha revelado importantes hallazgos arqueológicos que datan de hace más de 13,000 años, convirtiéndola en una de las cuevas más antiguas de Chile.
El descubrimiento de la cueva se remonta a 1895, cuando el colono alemán Herman Eberhard encontró un trozo de piel fresca que parecía pertenecer a un animal prehistórico. Este hallazgo atrajo la atención de científicos y viajeros de todo el mundo, desencadenando una intensa búsqueda de un ejemplar vivo del Milodón. Desafortunadamente, la falta de control en el pasado permitió que se llevara a cabo un saqueo significativo en la cueva, resultando en la pérdida de valiosas piezas arqueológicas.
La interacción entre los primeros humanos que habitaron la región y la megafauna que la habitaba es un tema de gran interés en la Cueva del Milodón. Se han encontrado evidencias de la presencia de grandes animales como el tigre dientes de sable y la pantera patagónica, así como restos de milodones que sugieren su uso de la cueva como refugio. La extinción de estas especies, incluyendo el Milodón, se ha atribuido a factores como la sobrecaza por parte de los humanos y cambios climáticos que alteraron su entorno.
Además de la Cueva del Milodón, el Monumento Natural ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar la Laguna Sofía, un lugar reconocido por ser uno de los mejores para avistar cóndores, las aves más grandes del mundo. La belleza natural de este lugar, junto con la posibilidad de realizar actividades como cabalgatas y visitas a pinturas rupestres, lo convierten en un destino cada vez más popular entre los turistas que visitan Puerto Natales.
El cerro Benítez y la Laguna Sofía también son refugio para especies como el puma, el guanaco y el huemul, que han logrado sobrevivir a la extinción de otras especies de la megafauna. Proyectos de investigación en la zona continúan estudiando la interacción entre estos animales y el entorno, contribuyendo al conocimiento científico sobre la historia natural de la región. Conaf ha implementado un sistema de monitoreo de la población de pumas en la unidad a través de la instalación de cámaras trampa. El guardaparques Ciro Barria, con una trayectoria de 45 años en el monumento, ha compartido información relevante sobre los hábitos y rutas de caza de estos felinos.
Además, Barria resaltó la colaboración con el Instituto de la Patagonia de la Universidad de Magallanes, donde equipos interdisciplinarios de arqueólogos, geólogos, paleontólogos y biólogos se encuentran realizando investigaciones y excavaciones en cuevas y aleros de la zona. Estos estudios buscan reconstruir la historia de la megafauna y su interacción con los seres humanos, al mismo tiempo que se monitorea a los últimos representantes de estas especies.
La acumulación de información a lo largo de miles de años de ocupación ha permitido que cada nueva excavación aporte valiosos datos para comprender el pasado de este lugar, que alguna vez fue testigo de una rica diversidad de vida. La sinergia entre la experiencia de campo de los guardaparques y la expertise académica de los investigadores ha generado avances significativos en el conocimiento de la fauna y la historia natural de la región.