En la ciudad de Barquisimeto, estado Lara, se lleva a cabo la 167ª edición de la peregrinación de la Divina Pastora, una de las manifestaciones marianas más importantes de Latinoamérica. Este año, la procesión recorrerá 7,5 kilómetros, atravesando las avenidas Lara, Morán y Venezuela.
Desde tempranas horas, miles de fieles se congregaron para participar en la última misa presidida por el párroco de Santa Rosa, Humberto Tirado, antes de que la imagen de la Divina Pastora iniciara su recorrido hacia la ciudad de Barquisimeto. Durante la noche anterior, la Virgen fue custodiada por los integrantes de la cofradía en una vigilia llena de fervor.
El arzobispo Polito Rodríguez, en una rueda de prensa realizada en el pueblo de Santa Rosa, invitó a los fieles a vivir la festividad con espiritualidad, fraternidad, comunión y participación. Destacó la importancia de llevar súplicas al corazón necesitado de la Virgen y expresó su deseo de que este año jubilar sea un signo de esperanza para todos.
Bajo el lema “Con María participamos todo”, la sagrada imagen será acompañada por los fieles en su recorrido desde Santa Rosa hasta la Catedral de Barquisimeto, pasando por diferentes vicarías y parroquias de la capital larense. Están programadas diversas paradas y eventos en honor a la Divina Pastora a lo largo de la procesión, que culminará en la Catedral entre las 5:00 y 6:00 pm, con una eucaristía presidida por monseñor Helizandro Terán.
Durante la peregrinación, se esperan momentos de oración y reflexión, con los feligreses aprovechando la oportunidad para hacer sus peticiones a la Divina Pastora. La imagen permanecerá en la Catedral de Barquisimeto hasta el 17 de enero, fecha en la que iniciará su tradicional recorrido por las parroquias de la ciudad para luego regresar a su nicho en la iglesia Santa Rosa de Lima.
La peregrinación de la Divina Pastora es un evento religioso de gran relevancia en Venezuela, que atrae a visitantes y devotos de todo el país. Con una larga tradición, esta manifestación mariana se destaca por su fervor y devoción, consolidándose como una de las celebraciones más significativas para la comunidad católica.