El presidente chino, Xi Jinping, y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvieron una conversación telefónica a tres días de la toma de posesión de Trump como presidente de Estados Unidos. En la llamada, ambos líderes discutieron sobre comercio, fentanilo, TikTok y otros asuntos de interés bilateral.
Trump compartió en su plataforma de redes sociales, Truth Social, que había hablado con Xi Jinping y expresó su optimismo en resolver problemas juntos y trabajar por un mundo más pacífico y seguro. Destacó que la llamada fue muy positiva para ambos países y que se comprometieron a colaborar estrechamente en el futuro.
Esta conversación telefónica se produce en un contexto de tensiones comerciales y diplomáticas entre ambas naciones. Durante su primer mandato, Trump impuso aranceles a productos chinos por un valor de 370 mil millones de dólares, lo que generó respuestas por parte de China. Sin embargo, la llamada entre Trump y Xi Jinping representa un paso importante para evitar una escalada de tensiones en el futuro.
A pesar de las dificultades en la relación bilateral, China anunció su participación en la ceremonia de investidura de Trump. El presidente Xi Jinping designó a su vicepresidente, Han Zheng, como representante especial para asistir a la ceremonia que se llevará a cabo la próxima semana. Esta decisión rompe con la tradición de China de no enviar delegaciones de alto nivel a eventos de este tipo en Estados Unidos.
La conversación entre Trump y Xi Jinping marca un intento por parte de ambas naciones de mantener canales de comunicación abiertos y trabajar en conjunto para abordar los desafíos globales. A pesar de las diferencias, ambas partes parecen estar dispuestas a explorar vías de cooperación en beneficio mutuo.