El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado un decreto que oficialmente cambia el nombre del golfo de México al golfo de América. Esta decisión forma parte de una serie de decretos que el nuevo mandatario ha firmado en las primeras horas de su administración.
La resolución está enmarcada en un conjunto de órdenes ejecutivas cuyo propósito es “recuperar los nombres que celebran la grandeza de Estados Unidos”. Se solicita la creación de una “Junta de Nombres Geográficos” en un plazo de siete días, la cual se encargará de evaluar los cambios necesarios de acuerdo a la legislación vigente.
El golfo de México es un destino turístico popular para los estadounidenses y un área vital para la industria marítima de Estados Unidos, al albergar algunos de los puertos más importantes del mundo. Este cambio de nombre enfatiza la importancia estratégica y económica de la región, que seguirá desempeñando un papel fundamental en la economía global.
La orden establece que se deben tomar “todas las medidas adecuadas” para cambiar el nombre en un plazo de 30 días y eliminar cualquier mención al golfo de México en el Sistema de Información de Nombres Geográficos (GNIS).
El Presidente Trump presentó la propuesta a principios de enero, argumentando que el nombre “golfo de América” es “hermoso” y que refleja el dominio de su país en la región. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió a la sugerencia de Trump durante una conferencia de prensa, proponiendo llamarlo “América mexicana”.
Este cambio de nombre ha generado diversas reacciones y debates en ambos países. La medida busca reforzar la identidad nacional y la influencia de Estados Unidos en la región, mientras que algunos críticos consideran que es una decisión unilateral que ignora la historia y la geografía de la zona.
Con información de RT.