Magallí Meda, la líder del Comando con Venezuela, ha levantado la voz para denunciar una violación al derecho internacional en su situación de asilo en la Embajada de Argentina. Desde el 20 de marzo, Meda y otros cuatro opositores se han refugiado en el recinto, que actualmente está bajo la vigilancia de Brasil debido a la expulsión del personal diplomático argentino.
En un mensaje transmitido a través de X, Meda, quien trabaja en estrecha colaboración con los líderes opositores Edmundo González Urrutia y María Corina Machado, declaró que han estado “secuestrados durante 10 meses en esta embajada que se ha transformado en una prisión”.
Durante el último fin de semana, a Meda y sus compañeros se les negó el acceso a alimentos en la residencia argentina. Además, han estado sin electricidad durante aproximadamente 60 días, desde que se retiraron los fusibles que suministran energía al edificio diplomático.
Los asilados han informado que agentes policiales controlan la calle donde se encuentra la embajada las 24 horas del día, lo que interpretan como parte de un esquema de “acoso” que viola los derechos consagrados en el convenio sobre asilo diplomático de 1954 y la Convención de Viena.
“En resumen: sufrimos asedio, acoso y tortura psicológica. Los salvoconductos son un derecho humano. Es imperativo actuar de inmediato antes de que sea demasiado tarde”, resaltó Meda.
Además de Meda, Pedro Urruchurtu, Omar González, Claudia Macero y Humberto Villalobos también se encuentran en la embajada. Todos son miembros del partido Vente Venezuela, liderado por María Corina Machado. Buscaron refugio después de enfrentar acusaciones del gobierno venezolano por conspiración y traición a la patria.
Hasta el 19 de diciembre, Fernando Martínez Mottola, exministro y asesor de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), también se encontraba en la embajada. Sin embargo, decidió asilarse allí en marzo.
El Ministerio Público (MP) comunicó posteriormente que Martínez Mottola se presentó “voluntariamente” en sus oficinas en Caracas para testificar sobre “graves actos violentos, conspirativos y desestabilizadores organizados desde” la embajada argentina “después de las elecciones presidenciales” del 28 de julio.
En conclusión, la situación de los opositores venezolanos en la Embajada de Argentina ha generado una controversia que pone en entredicho el respeto al derecho internacional y los derechos humanos. La presión internacional y la atención a este caso son fundamentales para garantizar un desenlace justo y seguro para los asilados.