Tras la asunción de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en su segundo mandato el pasado lunes, decenas de migrantes han sido deportados a través del puerto fronterizo de El Chaparral, en Tijuana, México, que colinda con California (EE.UU.). Sin embargo, estas personas ya se encontraban en centros de detención desde la administración del expresidente Joe Biden (2021-2025).
Este miércoles, los migrantes informaron a medios y autoridades del estado de Baja California que, bajo los rigurosos protocolos de Trump, aún no se ha registrado ninguna deportación. El martes por la tarde se registró la deportación de alrededor de un centenar de mexicanos que informaron a los medios haber sido arrestados en ciudades como Denver, Colorado, y Las Vegas, Nevada. Esto llevó a la especulación de que podrían ser los primeros deportados bajo la administración de Trump.
Sin embargo, en la mañana de este miércoles, varios de los migrantes que habían sido deportados volvieron al puerto fronterizo de El Chaparral, donde están ubicadas las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM). Ellos mismos afirmaron que habían estado «detenidos durante más de un mes» en Estados Unidos.
Este miércoles, el secretario de gobierno de Baja California, Alfredo Álvarez, confirmó la versión durante la conferencia de prensa que ofrece la gobernadora Marina del Pilar Ávila. En esta, aclaró que «lo que se informó no es correcto, ya que las deportaciones no son consecuencia de los decretos de la nueva presidencia de Estados Unidos; se trató de una deportación regular».
“Este retorno de mexicanos que se presentó corresponde incluso a la gestión anterior al decreto de Trump, vienen con nosotros para reclamar sus apoyos de repatriación, ya que estaban detenidos antes de que surgiera esta amenaza y, decir que, a partir de la firma del decreto de Trump el flujo de repatriados todavía no ha sido alterado”, dijo Álvarez.
Este miércoles, la jefa de gobierno de México, Claudia Sheinbaum, se opuso a la decisión del presidente Trump, que autorizó las redadas migratorias en escuelas, colegios e iglesias en Estados Unidos, que anteriormente se consideraban lugares «protegidos». En México, las deportaciones masivas que Trump ha prometido generan preocupación, ya que los mexicanos constituyen aproximadamente la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos.
Además, las remesas que envían representan cerca del 4% del producto interno bruto (PIB) de México, y se estima que para 2024 alcanzarán un récord de 65.000 millones de dólares.