La película “Emilia Pérez”, dirigida por Jacques Audiard y estrenada en 2024, narra la historia de un narcotraficante conocido como “Manitas” que decide cambiar de sexo y comenzar una nueva vida como Emilia Pérez. A lo largo de la trama, el personaje se enfrenta a su pasado y busca redimirse por los actos terribles que cometió, planteando interrogantes sobre la responsabilidad y las consecuencias de nuestras acciones.
En la búsqueda de redención, Emilia regresa a su antiguo entorno para reparar el daño causado y comienza a realizar buenas acciones, lo que la lleva a realizar un examen de conciencia. Este ejercicio se presenta como un juicio interno donde Emilia asume la culpa de sus actos pasados, reflexionando sobre su carácter y sus decisiones.
La película plantea un profundo dilema ético en el que Emilia se convierte en su propia defensora, jurado y juez, explorando cómo nuestras elecciones y acciones moldean nuestra personalidad. Además, se aborda la idea de la balanza de la justicia como símbolo de objetividad en el juicio de las acciones de Emilia.
Tras el juicio interno, surge la pregunta sobre la responsabilidad de Emilia ante la sociedad, a pesar de sus esfuerzos por equilibrar sus acciones. Se presentan argumentos filosóficos a favor de la culpabilidad y la inocencia de Emilia, invitando a reflexionar sobre la libertad de elección y la naturaleza de la responsabilidad.
En última instancia, la historia de Emilia Pérez se convierte en un vehículo para explorar complejas cuestiones éticas y filosóficas, dejando al público con la incógnita sobre cuál sería el veredicto del jurado en su caso.