El Servicio Nacional de Migraciones (Sermig) llevó a cabo el primer operativo de deportación del año, en el cual 37 personas extranjeras fueron expulsadas del país. El vuelo realizó paradas en Bolivia, Colombia y Ecuador, con un amplio despliegue de seguridad para garantizar el traslado.
Entre los deportados se encontraban individuos con antecedentes graves, como robo con intimidación, tráfico de drogas, porte ilegal de armas y cruces fronterizos por pasos no autorizados. De las 37 expulsiones, 21 fueron realizadas bajo órdenes administrativas del Sermig, mientras que las 16 restantes fueron dictadas por tribunales judiciales.
La prefecta Polly Ureta, jefa de la Prefectura de Migraciones y Policía Internacional de la PDI, explicó que en el operativo participaron 43 oficiales policiales como escoltas, dado que muchas de las personas deportadas tenían antecedentes delictivos. Esto se hizo por razones de seguridad durante el traslado.
El director del Sermig, Luis Eduardo Thayer, destacó que las nuevas estrategias implementadas para agilizar las expulsiones buscan garantizar la seguridad y eficiencia del proceso. El reciente protocolo de expulsiones administrativas, junto con medidas tecnológicas y normativas, permitirá cerrar brechas y fortalecer las capacidades institucionales para agilizar las expulsiones, especialmente en casos que representen un peligro para la sociedad.
En lo que va del año 2025, se han ejecutado 85 deportaciones. En comparación, el año pasado se registró un récord con 1,100 expulsiones, de las cuales 690 fueron de carácter administrativo, marcando el número más alto de deportaciones en los últimos seis años.