Henrique Capriles, líder opositor venezolano, criticó el miércoles la etiqueta de “criminales” que se le ha asignado a los venezolanos con Estatus de Protección Temporal (TPS) en Estados Unidos. Este estatus, que otorga permisos de trabajo y residencia legal en el país, fue revocado por la administración de Donald Trump, generando una oleada de reacciones negativas.
Capriles destacó en sus redes sociales que los aproximadamente 600,000 venezolanos beneficiarios del TPS han pasado por un exhaustivo proceso de verificación de antecedentes, incluyendo revisiones de historial criminal. Por lo tanto, consideró como “retrogrado y un error” insinuar que estos ciudadanos están vinculados a organizaciones criminales como el Tren de Aragua, catalogado como terrorista por Estados Unidos.
El opositor resaltó que la mayoría de los venezolanos con TPS son trabajadores esforzados que buscan integrarse al sistema estadounidense. Expresó solidaridad con aquellos que migraron en busca de una vida mejor y enfatizó la importancia de respetar los derechos humanos de los migrantes.
Por otro lado, Estados Unidos revocó el TPS para los venezolanos, argumentando que la extensión de este beneficio durante la administración de Joe Biden comprometía su capacidad de aplicación de leyes migratorias. Esta decisión ha afectado a millones de venezolanos que han abandonado su país debido a la crisis social y política, según datos de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes.
La oposición democrática venezolana ha solicitado una revisión de la medida, expresando su preocupación por el impacto negativo en los migrantes beneficiarios del TPS. La Plataforma Unitaria instó a la administración de Donald Trump a garantizar un trato justo para los venezolanos que residen en Estados Unidos y contribuyen al desarrollo del país.
El exdiputado Juan Pablo Guanipa también manifestó su esperanza de que se reconsidere la revocación del TPS, debido a su importancia para los migrantes venezolanos. La situación sigue en evolución, con la incertidumbre sobre el futuro de los beneficiarios del TPS y las implicaciones para la comunidad migrante venezolana en Estados Unidos.