El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, llegó a un acuerdo el 5 de febrero con el presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, para que el país centroamericano reciba a los migrantes deportados por el Gobierno estadounidense. Esta medida se enmarca dentro de la política de deportación masiva que está llevando a cabo el presidente Donald Trump.
Tras la reunión entre ambos funcionarios, la Secretaría de Comunicación Social informó que el Gobierno garantizará un retorno digno y seguro para los migrantes guatemaltecos, así como brindará apoyo humanitario a aquellos que decidan regresar a su país. Este acuerdo se suma a otros alcanzados recientemente por el enviado especial de Estados Unidos en Venezuela, Richard Grenell, quien pactó con Nicolás Maduro la recepción de los venezolanos expulsados de territorio estadounidense.
Durante una rueda de prensa, Rubio agradeció a Guatemala por aceptar la oferta de cooperación internacional, considerando al país como un aliado de Estados Unidos. Este acuerdo permitirá un aumento del 40 % en los vuelos que transporten a los deportados y también incluye la construcción de instalaciones portuarias y la mejora de las infraestructuras de comercio entre ambos países.
Rubio inició una gira por América Latina el 1 de febrero, donde se reunió con varios jefes de Estado, incluido el presidente de Panamá, José Rafael Mulino, con quien conversó sobre temas de interés bilateral. Continuando su recorrido, visitó El Salvador y Costa Rica, alcanzando acuerdos similares en ambas naciones para recibir a migrantes deportados por Estados Unidos y colaborar en temas de lucha contra el narcotráfico.
Estos acuerdos se enmarcan en la política de deportación masiva impulsada por Trump, la cual ha sido objeto de críticas y controversias. A pesar de no haber negociado directamente con Maduro en Venezuela, Trump ha delegado a funcionarios como Grenell para gestionar la repatriación de migrantes de manera coordinada con los gobiernos de los países receptores.
Con información de El Pitazo.