En la mañana de este domingo, a las 07:00 horas locales, se abrieron los recintos electorales en Ecuador para los comicios presidenciales y legislativos convocados. En menos de año y medio, los ecuatorianos tendrán que elegir al nuevo presidente, vicepresidente, a los miembros de la Asamblea Nacional y a representantes del país al Parlamento Andino.
Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), más de 13,7 millones de personas están habilitadas para votar, con 13.279.830 inscritas en el territorio nacional y 456.485 en el exterior. En Ecuador, el voto es obligatorio para las personas entre 18 y 64 años y facultativo para los adolescentes de entre 16 y 17 años, así como para las personas de 65 años en adelante.
En los comicios presidenciales se presentan 16 candidatos, pero las últimas encuestas señalan a dos favoritos: el actual mandatario, Daniel Noboa, y Luisa González del Movimiento Revolución Ciudadana (RC). Noboa, quien asumió la presidencia en noviembre de 2023 tras comicios extraordinarios, se presenta junto a María José Pinto como su candidata a vicepresidenta, auspiciados por Acción Democrática Nacional (ADN).
Por su parte, González, abanderada de la RC, lidera la alianza con la organización Renovación Total (Reto). Los otros 14 binomios presidenciales están conformados por representantes de diversos partidos y movimientos políticos.
En Ecuador, para ganar en primera vuelta, el binomio presidencial debe obtener la mayoría absoluta de los votos válidos emitidos o al menos el 40 % de los votos válidos con una diferencia de al menos 10 puntos porcentuales sobre el segundo lugar. De lo contrario, se realizará una segunda vuelta prevista para el 13 de abril.
Además de elegir presidente, vicepresidente y asambleístas, los ecuatorianos votarán por cinco representantes del país al Parlamento Andino. La ampliación de la Asamblea Nacional a 151 curules se debe al aumento de población registrado en el Censo de Población y Vivienda 2022, que indica una población de 17,7 millones de personas en Ecuador.
Estos comicios serán determinantes para el futuro político de Ecuador y marcarán el rumbo del país en los próximos años.