El ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sido imputado por la Fiscalía de su país debido a un presunto plan para envenenar al actual mandatario, Lula da Silva, luego de perder las elecciones en 2022. La denuncia fue presentada por el fiscal general Paulo Gonet, quien acusó a Bolsonaro y otras 33 personas de intentar llevar a cabo un golpe de Estado para mantenerse en el poder.
Según la acusación presentada ante la Corte Suprema, Bolsonaro habría aceptado un plan para asesinar a Lula da Silva con el fin de retener el poder. El fiscal Gonet detalló que el ex presidente tuvo pleno conocimiento de este plan, el cual incluía la participación de militares de alto rango y ex ministros de Bolsonaro con el objetivo de obtener control total sobre los tres poderes del Estado.
El plan contemplaba la muerte de Lula y algunos de sus colaboradores mediante explosivos, instrumentos de guerra o envenenamiento. La Fiscalía General de Brasil imputa a Bolsonaro los delitos de tentativa de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, organización armada para delinquir y golpe de Estado. Ahora será la Corte Suprema la encargada de determinar si existen suficientes antecedentes y argumentos para enjuiciar a Bolsonaro y a los otros 33 imputados.
Ante estas acusaciones, Jair Bolsonaro ha negado rotundamente su participación en el plan, calificándolo como “fantasioso e incoherente”. A través de sus abogados, el ex presidente ha asegurado que nunca ha respaldado movimientos que busquen desestabilizar el Estado Democrático de Derecho o sus instituciones. La decisión final sobre el enjuiciamiento de Bolsonaro y los demás imputados quedará en manos de la Corte Suprema.