Según un informe revelado recientemente por la Oficina de la ONU, se estima que al menos 4,200 civiles perdieron la vida en el año 2024 a causa del conflicto de la guerra civil en Sudán. El documento expone los graves abusos perpetrados por todos los grupos involucrados en el conflicto, que inicialmente estalló en la capital, Jartum, en 2023 y se ha ido extendiendo a diferentes regiones del país.
Entre los abusos reportados se encuentran ejecuciones sumarias, violencia sexual y ataques a instalaciones civiles, acciones que podrían ser calificadas como crímenes de guerra y que requieren ser investigadas de manera urgente e imparcial, según destacó el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Voker Türk, al presentar el informe.
En línea con recomendaciones previas de expertos en derechos humanos de la ONU, el informe sugiere la ampliación del embargo internacional de armas a todas las facciones en conflicto en Sudán, ya que actualmente solo abarca la zona occidental de Darfur. Türk expresó su preocupación por el uso sistemático de la violencia sexual como táctica de guerra en el país, instando a los grupos en conflicto a detener esta práctica de inmediato y llevar a los responsables ante la justicia.
El conflicto entre el ejército de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido, que inició en abril de 2023, ha obligado a alrededor de 12 millones de personas a abandonar sus hogares, convirtiendo a Sudán en el epicentro de la crisis de desplazados más severa del mundo, según datos de Naciones Unidas.