En la actualidad, los consumidores muestran una resistencia generalizada hacia los menús digitales, especialmente en un contexto donde las interrupciones eléctricas pueden ser frecuentes y muchos locales carecen de conexión a Internet para los clientes. Esta reticencia se puede atribuir a factores como la edad de los usuarios, la falta de señal o simplemente una preferencia por lo tangible y físico.
Durante un recorrido llevado a cabo por el equipo de TalCual, se pudo observar que existen locales que han optado por mantener un formato mixto, ofreciendo tanto menús impresos como digitales. En algunos casos, se proporciona a los clientes un código QR ubicado en las mesas, mientras que en otros estabelecimientos solo se dispone de menús físicos.
Carla, encargada de la cafetería Wao en Sabana Grande, Caracas, explicó que su establecimiento ofrece ambas opciones a sus clientes. Por ejemplo, para pedidos a domicilio utilizan un menú digital a través de WhatsApp, pero al ingresar al local solo se encuentra disponible el menú impreso debido a la comodidad que representa para la clientela mayoritariamente adulta y la distribución reducida del espacio.
Según la experiencia recopilada por TalCual, la mayoría de los consultados coinciden con Carla en que los menús digitales son más prácticos y sencillos. Sin embargo, también se destacan diferentes dificultades que limitan la popularidad de esta modalidad, como PDF pesados que no cargan correctamente, falta de información sobre precios, problemas de conectividad o de batería en los dispositivos móviles.
En conclusión, aunque los menús digitales ofrecen comodidad y agilidad, todavía existen obstáculos que dificultan su adopción generalizada. Los negocios de alimentos y bebidas deben considerar estos aspectos al decidir cómo presentar sus opciones de menú para satisfacer las necesidades de una clientela diversa.