El periodista venezolano Omar González, uno de los cinco opositores asilados en la residencia de la Embajada de Argentina en Caracas, ha manifestado su preocupación por la situación en la que se encuentran, describiéndola como un "limbo" entre la búsqueda de libertad y la brutalidad de un régimen que desoye sus voces. González ha reiterado su llamado a la comunidad internacional para que no cierre los ojos ante lo que está ocurriendo y tome medidas urgentes en defensa de la dignidad de los perseguidos políticos.
Tanto González como sus compañeros refugiados, quienes colaboran con la líder opositora María Corina Machado, han denunciado un constante asedio policial en las afueras de la residencia desde noviembre de 2024. Esta situación ha sido calificada por el titular de Interior, Diosdado Cabello, como una "farsa", pero para los asilados, es una realidad que viven día a día.
El periodista ha hecho hincapié en la presencia de una vigilancia asfixiante con agentes policiales fuertemente armados y francotiradores apostados en los tejados que rodean la embajada. Además, ha afirmado que hay drones que sobrevuelan constantemente la sede diplomática, así como sofisticados sistemas de interferencia telefónica e Internet, creando un ambiente de terror y control absoluto.
La residencia de la Embajada de Argentina ha estado bajo la protección de Brasil desde agosto de 2024, luego de que el régimen de Maduro expulsara al cuerpo diplomático argentino. Sin embargo, en septiembre del mismo año, Venezuela revocó esta autorización a Brasil, acusando a los opositores asilados de planificar actos terroristas en el interior de la sede.
La Fiscalía venezolana ha acusado a los opositores de presuntos delitos de traición a la patria y conspiración, lo que ha generado un clima de tensión y persecución en torno a la embajada. A pesar de las acusaciones, la Cancillería de Brasil ha asegurado que seguirá custodiando y defendiendo los intereses de Argentina hasta que se designe otro Estado aceptable para el régimen de Maduro.
Ante esta situación, Omar González y los demás opositores asilados han instado a la comunidad internacional a no cerrar los ojos ante lo que están viviendo y a tomar medidas concretas en defensa de los perseguidos políticos en Venezuela. Consideran que su situación es un reflejo de la represión y la violencia que se vive en el país, y que es necesario actuar de manera urgente para proteger sus vidas y su dignidad.
En medio de un escenario de incertidumbre y tensión, los opositores asilados en la residencia de la Embajada de Argentina en Caracas continúan resistiendo y luchando por sus derechos, enfrentando un régimen que no escatima en recursos para mantenerlos cercados y silenciados. Su voz se alza en un llamado desesperado a la solidaridad y la acción internacional, en busca de una salida a esta situación de limbo en la que se encuentran.
La historia de Omar González y los opositores asilados en la residencia de la Embajada de Argentina en Caracas es un ejemplo de la lucha por la libertad y la dignidad en un contexto de represión y persecución política. Su llamado a la comunidad internacional es un recordatorio de la importancia de no cerrar los ojos ante las violaciones de los derechos humanos y la vulneración de la democracia en Venezuela.
Esperamos que esta situación se resuelva de manera pacífica y justa, y que los opositores asilados puedan encontrar una salida a su situación de limbo. Mientras tanto, su valentía y determinación son un ejemplo para todos aquellos que luchan por la libertad y la justicia en el mundo.
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