En los últimos días, la preocupación ha crecido por la desaparición de dos mujeres en el país, Damiana Olivos Baeza y Javiera Coña, cuyos paraderos aún se desconocen. Sus familiares han expresado su angustia y han compartido detalles sobre las circunstancias en las que desaparecieron, generando una movilización en busca de respuestas.
Damiana Olivos Baeza, una joven de 28 años, desapareció el pasado sábado 22 de febrero en Buin. Según su madre, Angélica Baeza, Damiana había estado atravesando problemas psicológicos luego de sufrir dos asaltos en Ñuñoa en 2024. Estos eventos habían generado en ella miedo y nerviosismo, lo que la llevaba a estar más retraída y a buscar ayuda espiritual.
Angélica relató que el día de la desaparición, Damiana le pidió que no la despertara en la noche, ya que le costaba conciliar el sueño. Esa fue la última vez que la vio antes de darse cuenta de que había desaparecido. Preocupada por la ausencia de su hija, Angélica puso una constancia en Carabineros y comenzó una intensa búsqueda que hasta el momento no ha dado resultados.
La madre de Damiana mencionó que su hija solía pasar mucho tiempo en casa, conversando con personas en línea y mostrando signos de nerviosismo. Esta situación la lleva a sospechar que Damiana podría haberse ido con un propósito espiritual, pero la incertidumbre de no saber dónde está la consume.
Por otro lado, Javiera Coña, una estudiante de 29 años, desapareció el pasado 4 de marzo mientras realizaba trekking en Cochamó, en la Región de Los Lagos. Junto a su amiga Camila, Javiera había planeado una travesía en la que pasarían tres días en el centro La Junta. Sin embargo, la falta de experiencia en senderismo de Javiera habría sido un factor determinante en su desaparición.
Según relatos en redes sociales, Camila decidió adelantar su paso al camping más cercano, con la intención de regresar por Javiera después. Sin embargo, al volver por ella, no logró encontrarla. A pesar de los esfuerzos de búsqueda, liderados por su hermano Matías Coña, Javiera sigue desaparecida en Cochamó.
Las condiciones climáticas adversas, el terreno desafiante y la falta de pistas claras han dificultado la búsqueda de Javiera. Su familia y amigos continúan sin descanso la labor de encontrarla, sin perder la esperanza de que aparezca sana y salva.
Ante la incertidumbre y la angustia que viven las familias de Damiana y Javiera, se hace un llamado a la colaboración y solidaridad de la comunidad. Cualquier información o pista que pueda ayudar a dar con el paradero de estas dos mujeres es invaluable en este momento.
La desaparición de Damiana y Javiera nos recuerda la importancia de estar atentos a las señales de alerta en nuestros seres queridos, especialmente cuando atraviesan momentos difíciles. La solidaridad y la empatía son fundamentales en situaciones como estas, donde la incertidumbre y la preocupación se apoderan de quienes buscan respuestas.
Esperamos que pronto se pueda dar con el paradero de Damiana y Javiera, y que regresen a sus hogares sanas y salvas. Mientras tanto, seguimos atentos y dispuestos a colaborar en todo lo que sea necesario para encontrarlas.
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