Un tren que transportaba a 400 pasajeros ha sido secuestrado este martes por un grupo de hombres armados en la provincia de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán, en un presunto ataque reivindicado por el Ejército de Liberación Baluche (BLA).
El incidente tuvo lugar en un túnel ubicado en un área montañosa cerca de la frontera afgana en el distrito de Sibi, mientras el tren se dirigía desde la capital de Baluchistán, Quetta, hasta la capital de la provincia de Jaiber Pastunjuá, Peshawar.
Según ha informado el portavoz del Gobierno de Baluchistán, Shahid Rind, los pasajeros del expreso de Jaffer han sido tomados como rehenes y el conductor del tren ha perdido la vida en un incidente que las autoridades investigan ya como un ataque «terrorista».
El Gobierno ha respondido enviando helicópteros y refuerzos militares a la zona para hacer frente al grupo armado. El BLA, un grupo separatista de la provincia de Baluchistán, ha reivindicado el ataque y ha afirmado haber matado al menos a seis militares paquistaníes, así como haber tomado rehenes en el tren.
El BLA no es ajeno a este tipo de acciones, habiendo secuestrado a pasajeros anteriormente y perpetrado ataques con artefactos explosivos en trenes. Este grupo separatista baluche se opone a los proyectos de infraestructura del Gobierno federal y de compañías extranjeras, principalmente chinas, en la región.
Pakistán ha experimentado un aumento de los ataques en los últimos meses, en su mayoría por parte de Tehrik-i-Talibán Pakistan (TTP) –conocido como los talibán paquistaníes– y grupos separatistas baluches como el BLA. Estos grupos buscan una mayor autonomía para la minoría étnica baluche del país o la independencia de la provincia de Baluchistán.
La región de Baluchistán ha sido escenario de conflictos y tensiones durante años, con grupos armados luchando por sus derechos y demandas ante el Gobierno central. La falta de desarrollo y oportunidades en la región ha alimentado el descontento y la radicalización de algunos sectores de la población.
El Gobierno de Pakistán ha condenado enérgicamente el secuestro del tren y ha prometido tomar medidas firmes para garantizar la seguridad de los ciudadanos y restablecer el orden en la región. Se espera que las autoridades continúen las operaciones para liberar a los rehenes y capturar a los responsables del ataque.
Este tipo de incidentes generan temor y preocupación entre la población, que se ve afectada directamente por la inseguridad y la violencia en la región. Los pasajeros del tren secuestrado, así como sus familias, viven momentos de angustia y incertidumbre ante la situación.
El secuestro del tren en Baluchistán pone de manifiesto la compleja situación de inestabilidad y conflicto que atraviesa Pakistán, con grupos armados operando en distintas regiones del país y desafiando la autoridad del Gobierno central. La respuesta de las autoridades y el desenlace de este incidente serán clave para determinar el futuro de la región y la seguridad de sus habitantes.
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