El cierre de los centros migratorios en la provincia del Darién marca el fin de una operación humanitaria
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció el cierre progresivo de los centros migratorios en la provincia del Darién, una medida que pone fin a una operación humanitaria que estuvo en marcha desde 2016. Esta decisión se produce en un contexto de drástica reducción del flujo de migrantes hacia el norte del continente, con una caída del 98% en comparación con el año pasado.
En su conferencia de prensa semanal, Mulino afirmó que no permitirán más migrantes en esa zona del Darién y que la operación que comenzó en el año 2016 llega a su fin. Los centros afectados por este cierre son los de Bajo Chiquito y Canaan Membrillo, donde se brindaba asistencia humanitaria a los migrantes tras su paso por la peligrosa selva del Darién, en la frontera con Colombia.
Durante su estancia en estos centros, los migrantes recibían alimentación, atención médica y se les tomaban datos biométricos. Según el Gobierno panameño, esta operación tuvo un costo superior a los 50 millones de dólares. Sin embargo, las cifras recientes evidencian un cambio en la dinámica migratoria en la región.
Reducción significativa en el flujo migratorio y las causas detrás de este fenómeno
Mientras que en marzo del año pasado más de 36,000 personas cruzaron por el Darién, este mes la cifra se redujo a apenas 112, lo que Mulino calificó como un éxito de las medidas implementadas por su administración, en coordinación con el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y las autoridades migratorias.
El auge de la migración por esta ruta comenzó en 2016 con el paso de más de 30,000 cubanos rumbo a Estados Unidos. Sin embargo, el fenómeno se intensificó en los últimos años, alcanzando cifras récord en 2023 con más de 520,000 migrantes atravesando la selva, en su mayoría venezolanos.
La drástica caída en el flujo migratorio en 2024 se atribuye a las acciones del gobierno de Mulino, que cerró rutas en la selva, y al endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos tras la victoria de Donald Trump. Las deportaciones masivas implementadas por su nueva administración provocaron que muchos migrantes desistan de continuar su travesía, e incluso comiencen a regresar desde México.
El aumento del flujo inverso y el retorno de migrantes desde el norte
Mulino advirtió que el flujo inverso, es decir, migrantes que regresan desde el norte, está en aumento. "961 personas, el 94% de ellas venezolanas, han comenzado a bajar desde el norte", indicó. Esta tendencia marca un cambio significativo en la dinámica migratoria de la región y plantea nuevos desafíos para las autoridades panameñas y los organismos internacionales encargados de la gestión de la migración.
En resumen, el cierre de los centros migratorios en la provincia del Darién marca el fin de una operación humanitaria que ha estado en marcha desde 2016. La drástica reducción en el flujo migratorio hacia el norte del continente se debe a las acciones implementadas por el gobierno de Mulino y al endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos. Sin embargo, el aumento del flujo inverso y el retorno de migrantes desde el norte plantean nuevos desafíos para las autoridades panameñas.