El domingo 16 de marzo, en una casa ubicada en una parroquia del oeste de Caracas, Carlos Cornejo vivió momentos de angustia al descubrir a través de un video en TikTok que su hermano menor, Frizgeralth, había sido deportado de Estados Unidos a El Salvador, junto con otros 238 venezolanos. La noticia fue impactante para la familia Cornejo Pulgar, quienes desconocían por completo la situación en la que se encontraba Frizgeralth.
Frizgeralth, junto a su novia y amigos, partió de Venezuela con la ilusión de construir una vida mejor en Estados Unidos. Sin embargo, su sueño se vio truncado cuando fue detenido por autoridades migratorias y trasladado a diferentes centros de detención en el país norteamericano. Durante su estancia en estos lugares, Frizgeralth mantuvo el contacto con su familia a través de llamadas telefónicas y visitas limitadas, donde expresaba su deseo de reunirse pronto con sus seres queridos.
El proceso de deportación de Frizgeralth y otros venezolanos a El Salvador se llevó a cabo bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, una medida que permitió expulsar a presuntos miembros del Tren de Aragua sin derecho a juicio en tiempos de guerra. Esta decisión generó indignación en la familia de Frizgeralth, quienes cuestionaron la legalidad y justificación de su traslado a un país desconocido.
La familia de Frizgeralth ha emprendido una batalla legal y mediática para esclarecer los motivos de su deportación y buscar su pronta liberación. A través de redes sociales y medios de comunicación, han denunciado la situación injusta en la que se encuentra Frizgeralth y han solicitado apoyo para revertir esta decisión y lograr su regreso a Venezuela.
A pesar de las dificultades y la incertidumbre, la familia de Frizgeralth mantiene viva la esperanza de volver a reunirse con él. Anhelan ver una foto diferente, en la que Frizgeralth esté junto a sus padres y hermanos en Caracas, celebrando su regreso y disfrutando de la compañía familiar. Su hermana, Mónica, se compromete a luchar por la libertad de su hermano y a trabajar incansablemente para lograr ese anhelado reencuentro.
En medio de esta dolorosa situación, la familia Cornejo Pulgar busca justicia, verdad y un final feliz para la historia de Frizgeralth, un joven venezolano que se vio envuelto en una odisea migratoria llena de incertidumbre y desafíos. Su caso pone de manifiesto las dificultades y los riesgos que enfrentan los migrantes en su búsqueda de un futuro mejor, así como la importancia de la solidaridad y el apoyo en momentos de crisis y adversidad.
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