El pasado miércoles, desconocidos encapuchados llevaron a cabo un ataque armado que impidió la exhumación de los restos de Pablo Andrés Marchant Gutiérrez, ex integrante de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), quien falleció en julio de 2021. Esta lamentable situación marca la segunda vez en la que sujetos armados frustran esta diligencia, ya que un incidente similar ocurrió en septiembre del año pasado.
La comitiva encargada de llevar a cabo la exhumación, compuesta por efectivos de Carabineros, la PDI y el Ejército, fue blanco de disparos por parte de los desconocidos, lo que impidió que se pudiera llevar a cabo la tarea planificada en el predio Pidenco de Lumaco. La fiscal de la Fiscalía de La Araucanía, Nelly Marabolí, informó que esta diligencia había sido preparada durante varios meses, y lamentablemente, no se pudo concretar debido al ataque armado.
En septiembre del año pasado, ya se había intentado realizar la exhumación de los restos de Marchant, pero nuevamente sujetos armados impidieron que se llevara a cabo la tarea. Esta situación genera preocupación y cuestionamientos sobre la seguridad de las autoridades encargadas de realizar estas diligencias en la zona.
La familia de Pablo Marchant ha solicitado la exhumación de sus restos con el objetivo de esclarecer las circunstancias de su fallecimiento. Según el reporte del Servicio Médico Legal y la Brigada de Homicidios de la PDI, Marchant habría sido abatido por Carabineros durante un enfrentamiento en el fundo Santa Ana Tres Palos, propiedad de la Forestal Mininco. El informe indica que Marchant portaba un fusil de guerra y apuntó a dos carabineros, lo que provocó la respuesta letal de uno de ellos.
Sin embargo, la familia del joven comunero ha cuestionado esta versión de los hechos y ha encargado un análisis independiente que sugiere que Marchant no murió en un enfrentamiento, sino que habría sido ejecutado. Estos nuevos antecedentes llevaron al Juzgado de Garantía de Carahue a autorizar la exhumación de los restos de Marchant en mayo del año pasado, a petición del Ministerio Público.
La búsqueda de la verdad y la justicia en torno a la muerte de Pablo Marchant es un tema sensible y de gran relevancia para su familia y para la comunidad en general. La exhumación de sus restos se presenta como un paso necesario para esclarecer los hechos y obtener respuestas sobre lo que realmente sucedió en aquel trágico incidente.
La situación en torno a la exhumación de los restos de Pablo Marchant evidencia la complejidad y la sensibilidad de los temas relacionados con la violencia en la región de La Araucanía. La presencia de sujetos armados que impiden el desarrollo de diligencias judiciales es un claro obstáculo para la búsqueda de la verdad y la justicia en casos como este.
Es fundamental que las autoridades competentes tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad de quienes participan en este tipo de diligencias y para asegurar que se pueda llevar a cabo un proceso transparente y objetivo en la investigación de estos hechos. La verdad y la justicia son pilares fundamentales de un Estado de Derecho, y es responsabilidad de todos contribuir a su búsqueda y garantía en cada caso que lo requiera.
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