Profesores exigen la presencia de tutores sombra en las aulas
Tras una serie de casos de agresiones al interior de las aulas, los profesores han levantado la voz exigiendo la presencia de tutores sombra como medida de apoyo. Sin embargo, esta figura no está contemplada por ley, lo que ha generado un debate en torno a su necesidad y utilidad en el contexto educativo.
Uno de los incidentes más recientes que ha puesto en evidencia la importancia de contar con tutores sombra en las escuelas ocurrió en un colegio en Ovalle, donde un alumno con Trastorno de Espectro Autista (TEA) hirió a cinco docentes, dejando a uno de ellos con una fisura de clavícula. Este lamentable episodio pone de manifiesto la necesidad de contar con profesionales capacitados para asistir a estudiantes con necesidades especiales en momentos de desregulación.
Según Rogelio Pizarro, presidente del Colegio de Profesores de Ovalle, cada escuela cuenta con protocolos para actuar frente a situaciones de desregulación, pero no siempre el docente en el aula es la persona más indicada para intervenir. Es aquí donde entran en juego los tutores sombra, quienes están capacitados para brindar asistencia individualizada y permanente a los estudiantes que lo requieran.
¿Qué son los tutores sombra?
El tutor sombra es una figura cuyo rol es brindar apoyo individualizado a un estudiante en el entorno escolar. Esta persona puede no ser necesariamente un profesional, ya que incluso un familiar del alumno puede desempeñar esta función. Su labor consiste en ser un mediador entre la familia del estudiante y el establecimiento educacional, facilitando la integración y el desarrollo del alumno en el contexto escolar.
La Ley 21.545, que promueve la inclusión, la atención integral y la protección de los derechos de las personas con TEA en el ámbito social, de salud y educación, establece pautas para mejorar la respuesta educativa a estos estudiantes. Sin embargo, la figura del tutor sombra no está contemplada como un recurso humano a contratar con los recursos asociados a la educación especial, ya que su labor es considerada como un apoyo personalizado y no una asistencia permanente.
A pesar de la importancia que pueden tener los tutores sombra en el acompañamiento de niños y adolescentes con TEA, su presencia no es obligatoria en los recintos educativos según la ley vigente. Esto ha generado un debate en torno a la necesidad de incluir esta figura como parte de los recursos disponibles para garantizar una educación inclusiva y de calidad para todos los estudiantes.
En conclusión, la presencia de tutores sombra en las aulas podría ser clave para prevenir situaciones de desregulación y brindar el apoyo necesario a los estudiantes con necesidades especiales. Aunque actualmente no estén contemplados por ley, su incorporación como parte de los recursos educativos podría significar un avance significativo en la inclusión y el bienestar de todos los alumnos en el sistema educativo.