Una Historia de Resiliencia: El Caso de Megan Dixon
Con solo 16 años, Megan Dixon ingresó al hospital por una consulta médica que debía durar apenas unos días. Sin embargo, su estadía se extendió durante dos años debido a un diagnóstico inesperado que cambió por completo el rumbo de su vida.
Megan Dixon comenzó a presentar síntomas neurológicos a los 13 años, incluyendo pérdida gradual del habla. A los 16, su estado empeoró y fue ingresada al hospital bajo sospecha de un derrame cerebral. Aunque se esperaba que estuviera internada solo cuatro días para pruebas médicas, permaneció hospitalizada dos años. Durante este tiempo, perdió la capacidad de caminar, hablar, ver y realizar funciones básicas como tragar, requiriendo alimentación por sonda.
Diagnóstico de Trastorno Neurológico Funcional
Los médicos determinaron que Megan padecía un trastorno neurológico funcional (TNF), condición que afecta la forma en que el cerebro envía y recibe señales, sin daños estructurales visibles. La organización FND Action explica que esta disfunción puede causar síntomas severos como parálisis, convulsiones y pérdida sensorial. Megan llegó a sufrir hasta 50 convulsiones diarias y requería atención constante.
Proceso de recuperación y vida actual
Rehabilitación intensiva
Después de 18 meses en el Centro de Atención Neurológica Eagle Wood, Megan empezó a recuperar algunas funciones. Actualmente puede hablar y ver, aunque sigue utilizando silla de ruedas debido a contracturas en las piernas que requieren cirugía. También ha logrado reducir significativamente el número de convulsiones diarias.

Nuevas metas
A los 20 años, Megan planea mudarse con su pareja y estudiar manicura mediante un curso en línea. Relata su experiencia en redes sociales como TikTok para compartir avances y dificultades de vivir con TNF.
