El St. Jakobshalle de la ciudad suiza de Basilea se convirtió en el epicentro musical de Europa durante la primera semifinal de Eurovisión 2025, donde 15 países compitieron por 10 cupos a la gran final del sábado 17. Este evento, que ha sido un fenómeno cultural desde su creación, sigue capturando la atención de millones de espectadores alrededor del mundo.
La jornada estuvo cargada de emociones, desde la participación especial de Melody representando a España hasta las sorprendentes propuestas de Suecia y Estonia que robaron la atención del público. Eurovisión, con su mezcla única de música, cultura y espectáculo, se reafirma como una plataforma que permite a los artistas mostrar su talento y creatividad, mientras que los espectadores disfrutan de una noche llena de sorpresas.
El formato renovado de votación añadió dramatismo al evento: los nueve primeros clasificados se anunciaron en pantalla dividida, mientras los dos últimos puestos se revelaron al final, manteniendo la tensión hasta el último segundo. Este nuevo enfoque no solo aumentó el suspense, sino que también mostró la diversidad musical que caracteriza al festival, con actuaciones que van desde lo tradicional hasta lo moderno.
Entre los países que celebraron su pase a la final figuran Noruega, Suecia, Ucrania y Portugal, demostrando una vez más que Eurovisión es un crisol de estilos y géneros. La mezcla de pop, rock, folklore y música electrónica dejó a la audiencia entusiasmada y con ganas de más.
Mientras España ya espera en la final por ser parte del “Big Five”, la cantante Melody aprovechó su participación especial para presentar “Esa diva”, una fusión de flamenco y estética contemporánea que arrancó ovaciones. Su actuación fue un recordatorio del poder emocional que la música puede tener, especialmente cuando se mezcla con elementos culturales que resuenan con el público.
Sin embargo, el momento más comentado llegó con Suecia, donde el trío humorístico KAJ deslumbró con “Bara Bada Bastu”, una oda a las saunas escandinavas que combinó ritmos pegadizos y coreografía absurda. Esta actuación no solo hizo reír a la audiencia, sino que también destacó la creatividad y el sentido del humor que los suecos aportan a Eurovisión.
Por su parte, Estonia generó polarización con Tommy Cash y su “Espresso Macchiato”, una mezcla de techno y sátira cultural que dividió al público entre quienes lo consideraron genial y quienes lo tacharon de extravagante y falto de talento. Este tipo de propuestas arriesgadas son lo que hace a Eurovisión un evento tan impredecible y emocionante.
Los 10 países que avanzaron a la final son:
Este jueves 15 de mayo se celebrará la segunda semifinal, donde competirán Australia, Finlandia, Francia y otros 13 países. Este evento promete más sorpresas y actuaciones memorables, ya que la competencia musical se intensifica con cada presentación.
Cabe recordar que la gran final del sábado 17 ya tiene asegurados a los miembros del “Big Five” (Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido), además de Suiza como anfitrión. Con la diversidad y el talento que se ha mostrado hasta ahora, la gran final promete ser un espectáculo inolvidable que celebrará la música y la unidad en la diversidad.
A medida que avanza Eurovisión 2025, el mundo estará atento a las próximas actuaciones, deseando descubrir quién se llevará el codiciado trofeo de este año. La emoción está en el aire, y la música continúa uniendo a las naciones de Europa y más allá.
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