Al escribir mis reacciones a una película, me he dado cuenta de que casi siempre empiezo aclarando algo. Esta vez no será la excepción: soy fan declarado de la saga de John Wick, así que probablemente estoy escribiendo esto con cierto sesgo. Dicho eso… Ballerina me gustó, y no solo porque pertenece a este universo, sino porque es una muy buena película de acción per se.
Ana de Armas se lanza de lleno en el género y se gradúa con honores. Su personaje, Eve Macarro, no intenta ser una copia femenina de John Wick (¡gracias a Dios!), sino que tiene voz, estilo y una historia propia que la sostiene muy bien sin depender de la presencia de Keanu Reeves… aunque claro, cuando Baba Yaga aparece, explota la pantalla.
La película mantiene esa estética cuidada, el código de honor y las reglas del inframundo que tanto nos fascinan de la franquicia, pero no se siente como un refrito. Es más íntima en escala, sí, pero no por eso menos intensa. Las secuencias de acción están impecablemente coreografiadas, muy adaptadas al cuerpo, ritmo y estilo de Ana, y sobre todo, creativas. Hay una palabra clave que se menciona en la historia: kikimora —cuando la escuchen, me entenderán— y honestamente, no hay mejor manera de describir lo que hace Ana de Armas en esta película.
Ahora bien, esto es un spin-off y se nota. No tiene la ambición internacional ni los despliegues de locura de las secuelas principales de John Wick, pero funciona perfecto como expansión del universo. Winston (Ian McShane) y Pine (Norman Reedus) hacen lo suyo y le dan contexto, pero no le roban protagonismo al personaje principal, lo cual se agradece.
Importante: esta historia ocurre justo después de los eventos de John Wick 3: Parabellum, así que si eres fan, hay varias conexiones y pistas que disfrutarás. ¿Vale la pena verla? Sí, sobre todo si te gusta el cine de acción inteligente, estilizado y con personajes fuertes que no dependen de cameos para brillar.
⭐️Puntuación EV: 8/10
📽️Estreno: 5 de junio
🤝🏻Agradecimiento: @bfdistribution