El pasado viernes 6 de junio, a las 13:15 horas, un fuerte sismo sacudió la región de Atacama, específicamente en la comuna de Copiapó. Este evento sísmico, que sorprendió a los habitantes de la zona, dejó importantes daños materiales, aunque afortunadamente no se reportaron víctimas fatales. Sin embargo, el impacto se sintió con fuerza: al menos 66 viviendas resultaron afectadas, y se registraron roturas de matrices de agua, cortes de luz y daños en infraestructura clave.
El gobernador de Atacama, Miguel Vargas, ante la magnitud de los daños, solicitó al Gobierno Central la declaración de Estado de Catástrofe para la comuna de Copiapó. Esta medida busca facilitar el envío de recursos y la atención de la emergencia de manera más rápida y eficiente. “Cada vez aumentan más los daños a viviendas. Lo que la comunidad necesita es eficiencia y eficacia en las soluciones”, declaró Vargas durante una entrevista con Canal 24 Horas.
Los primeros reportes de las autoridades confirmaron que el sismo causó cuatro matrices de agua rotas en el centro de la ciudad, lo que generó problemas de abastecimiento a los hogares. Además, se registró que más de 2.300 domicilios quedaron sin electricidad, lo que complicó aún más la situación para los residentes de la zona. Las afectaciones no se limitaron a viviendas; también se reportaron daños en locales comerciales, en el mall de Copiapó, en el Centro Cultural y en las instalaciones de la Universidad de Atacama.
A raíz de los daños sufridos, la Universidad de Atacama activó un plan de contingencia que contempla la realización de clases online entre el 9 y el 13 de junio en todos sus campus de Copiapó. Las sedes de Vallenar y Caldera, por su parte, continuarán con sus actividades de forma presencial, mostrando así la adaptabilidad de la institución ante situaciones adversas.
“Lo que se ha visto por televisión solo es una parte. También tenemos daños significativos en la Universidad de Atacama”, enfatizó el gobernador Vargas, subrayando la necesidad de un diagnóstico más profundo sobre la magnitud del desastre. La situación ha sido atendida con celeridad por las autoridades, quienes iniciaron la jornada del día siguiente con un equipo municipal y regional para evaluar los daños y planificar una respuesta adecuada.
La comunidad de Copiapó ha demostrado una notable resiliencia ante la adversidad. Aunque el sismo causó estragos, la respuesta rápida de las autoridades locales y el compromiso de los ciudadanos para ayudar a sus vecinos han sido evidentes. En situaciones como esta, la solidaridad entre los habitantes se convierte en una herramienta fundamental para la recuperación.
El fuerte sismo en la región de Atacama ha dejado una huella significativa en la comuna de Copiapó. La evaluación de daños y la respuesta de las autoridades son cruciales para mitigar las consecuencias de este evento natural. A medida que la comunidad se enfrenta a los desafíos que surgen tras el sismo, la esperanza y la cooperación son elementos clave que permitirán a Copiapó levantarse nuevamente. La situación continúa en desarrollo, y se espera que en los próximos días se implemente un plan de acción más robusto para la recuperación y asistencia a los afectados.
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