En las últimas semanas de la presente temporada de la Liga Mayor de Béisbol Profesional (LMBP), Delfines de La Guaira ha mostrado un rostro completamente renovado. Este cambio es notable no solo en comparación con su desempeño durante el torneo anterior, sino también respecto a las primeras jornadas del certamen 2025. El equipo, dirigido por Víctor Gárate, ha experimentado una transformación que ha sorprendido a fanáticos y críticos por igual.
La temporada comenzó con muchas expectativas para Delfines, gracias a una plantilla repleta de jugadores con experiencia en las Grandes Ligas. Figuras como Rougned Odor, Tucupita Marcano, Silvino Bracho, Jesús Guzmán, Jesús Sucre, Wilfredo Tovar y Gorkys Hernández aportan una sólida trayectoria al equipo. Sin embargo, a pesar de este talento, los resultados fueron decepcionantes al principio, con el equipo luchando por salir de los últimos puestos de la tabla.
Los primeros partidos de la temporada 2025 dejaron a los aficionados cuestionando el desempeño del equipo y la capacidad de Gárate para sacar lo mejor de sus jugadores. La falta de consistencia en el juego y la incapacidad para convertir oportunidades en carreras fueron factores críticos que llevaron a Delfines a una posición desfavorable.
Sin embargo, poco antes de la conclusión de la primera mitad del campeonato, algo hizo “click” en el clubhouse de los litoralenses. Con un cambio en la mentalidad y el enfoque, Delfines comenzó a dejar atrás su mala racha y a escalar posiciones en la clasificación. A medida que se acercaba la jornada de este martes, el equipo se encontraba en la cuarta plaza, con un récord positivo de 14-11 y a solo un juego y medio de la punta.
Jesús Guzmán, uno de los pilares del equipo, expresó su sorpresa ante el cambio radical en el rendimiento del equipo: “La verdad cambió todo demasiado, del cielo a la tierra”, afirmó en declaraciones para el departamento de prensa de su club. Guzmán enfatizó la importancia de mantener la humildad y seguir enfocados en el objetivo de ganar juegos, recordando que las “cosas pequeñas” pueden marcar la diferencia en el béisbol.
El “Chucho”, como es conocido Guzmán, ha sido fundamental en el repunte de Delfines en las últimas semanas. Su desempeño ha sido notable, con una línea ofensiva de .304/.409/.481 en 79 turnos durante la presente campaña, que incluye cinco dobles, tres jonrones, 16 carreras impulsadas y 15 anotadas. Este rendimiento ha contribuido significativamente a que el equipo se encuentre entre las mejores ofensivas del circuito.
El pasado 2 de junio, Guzmán celebró su cumpleaños número 41 de una manera espectacular, con una actuación destacada que incluyó dos jonrones y cuatro carreras impulsadas. Su capacidad para mantenerse relevante en el deporte y su dedicación al juego son fuente de inspiración para sus compañeros y aficionados.
A pesar de los logros individuales, Guzmán se mantiene enfocado en los objetivos colectivos del equipo. “Siempre que ganemos, los batazos van a ser muy disfrutados”, comentó, subrayando que lo más importante es el éxito del equipo. “De nada sirve dar dos jonrones o uno y no ganar”, añadió, dejando claro que su prioridad es contribuir a la victoria del equipo.
El veterano también ha sido un testigo del crecimiento del béisbol en Venezuela y un firme creyente en la LMBP. Consciente de que los registros personales son importantes, Guzmán ha optado por no obsesionarse con las estadísticas, prefiriendo concentrarse en el presente y en mejorar día a día. “Siempre me enfoco en tratar de hacer las cosas año a año”, manifestó, “mientras esté jugando, voy a venir a trabajar duro para que las cosas me sigan saliendo bien”.
Con la meta colectiva en mente, el enfoque de Guzmán y de todo el equipo está en no repetir los errores que llevaron al naufragio en 2024. “Creo que tenemos equipo suficiente. No hemos jugado mal, las cosas nos habían salido un poquito mal, pero aquí estamos”, resaltó. La clave, según Guzmán, es mantener la concentración y la determinación en cada juego. “Hay que venir todos los días con lo mismo. Intentar hacer las cosas pequeñas, que es lo que nos exige el juego y tratar de pelear para que el resultado sea positivo al final”, concluyó.
El resurgimiento de Delfines de La Guaira en la LMBP es un testimonio del poder del trabajo en equipo, la resiliencia y la capacidad de adaptación. A medida que la temporada avanza, los aficionados esperan con ansias ver cómo este equipo talentoso continuará su camino hacia el éxito, con la esperanza de que esta racha positiva no solo se mantenga, sino que se convierta en una historia de triunfo en la liga.
Prensa LMBP
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