En el corazón del activismo chileno, Francisco Muñoz, conocido popularmente como “Pancho Malo”, se enfrenta a serias acusaciones de estafa y apropiación indebida. Las denuncias provienen de dos exintegrantes del movimiento Team Patriota, del cual Muñoz es vocero, quienes afirman que el activista les solicitó dinero bajo promesas que nunca cumplió. La situación ha escalado, y las querellas ya están en manos del Ministerio Público, que ha ordenado investigaciones a la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) de la Policía de Investigaciones (PDI).
Según reporta 24 Horas, una de las denunciantes, identificada como Norma, relató que comenzó a asistir a manifestaciones en el centro de Santiago a comienzos de 2023, donde conoció a Muñoz. Con el tiempo, él le pidió dinero para comprar supuestos parlantes profesionales que serían utilizados en las protestas. “Me dijo que costaban como dos millones y medio cada uno, y quería comprar dos. Le presté $3 millones de mis ahorros”, afirmó Norma. La entrega de dinero se realizó en efectivo en Providencia, pero esta transacción fue solo el inicio de una serie de solicitudes de dinero.
Norma continuó narrando que entre abril y mayo de 2024, le transfirió $8 millones adicionales a Muñoz. “Fueron tres millones, luego otros tres, y después dos. En total, más de $14 millones. Nunca me devolvió nada”, explicó. La denuncia formal presentada por Norma ante las autoridades ha generado un fuerte eco mediático, resaltando la vulnerabilidad de los activistas que se encuentran en situaciones económicas precarias.
Por su parte, Mario Reyes, un hombre de Concepción, también ha denunciado a Muñoz por una situación similar. Reyes indicó que Muñoz le ofreció participar en un negocio con la promesa de obtener ganancias. “Le transferí $11 millones en pagos sucesivos. Me pedía que no fueran más de $1 millón por transferencia, como para que pareciera poca plata”, comentó. Ambos excolaboradores del Team Patriota han formalizado querellas en contra de Muñoz, lo que ha llevado a que la situación se convierta en un tema de interés público.
Consultado por 24 Horas, Francisco Muñoz rechazó categóricamente todas las acusaciones en su contra. Aseguró que se trata de una maniobra para dañar su imagen y reputación. “He recibido hostigamientos, funas coordinadas, pero siempre doy la cara. Al señor Reyes no le debo nada, a la señora Norma tampoco”, declaró Muñoz, intentando desestimar las graves acusaciones que enfrenta.
El vocero del Team Patriota anunció que está preparando una “querella amplia por injurias, calumnias y hostigamiento” contra aquellos que lo acusan. “Estas personas abandonaron los lineamientos políticos del movimiento y ahora actúan con otros intereses”, argumentó Muñoz, sugiriendo que las denuncias son parte de una estrategia para socavar su labor en el movimiento.
El Team Patriota ha sido un grupo controvertido en la política chilena, conocido por su postura nacionalista y su activismo en las calles. Fundado en un contexto de creciente descontento social, el movimiento ha captado la atención de diversos sectores de la población, aunque no sin polémica. La figura de Muñoz ha sido central en la organización, pero ahora su liderazgo se ve amenazado por estas acusaciones, lo que podría tener repercusiones no solo en su carrera personal, sino también en el futuro del movimiento.
El activismo en Chile ha sido un espacio donde la pasión y la lucha por los derechos ciudadanos se han entrelazado con riesgos económicos y personales. Los testimonios de Norma y Mario reflejan no solo una posible traición dentro del movimiento, sino también la fragilidad de las relaciones en un entorno donde la confianza es fundamental para la cohesión y efectividad de cualquier grupo activista.
Por el momento, el caso está siendo investigado por la fiscalía, y los denunciantes exigen justicia. Los resultados de esta investigación serán cruciales, no solo para determinar la culpabilidad o inocencia de Muñoz, sino también para establecer un precedente sobre la responsabilidad ética y legal de los líderes en movimientos sociales. La denuncia de conductas indebidas en el seno de grupos activistas podría tener un impacto significativo en cómo se manejan las finanzas y las relaciones interpersonales dentro de estos colectivos en el futuro.
A medida que se desarrollan los acontecimientos, la comunidad activista y la opinión pública estarán atentas a las decisiones que tome el Ministerio Público, así como a las acciones que emprenda Muñoz en respuesta a las acusaciones. En un país que sigue lidiando con las secuelas del estallido social, la situación de “Pancho Malo” es un recordatorio de que la lucha por la justicia no solo se da en las calles, sino también en los tribunales.
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