El Chavismo y la Marcha “Por la Paz” en Apoyo a Irán
El pasado jueves 19 de junio, el movimiento chavista capitalizó la atención pública de Venezuela con una manifestación en la plaza Morelos de Bellas Artes, ubicada en Caracas. A partir de las 3:00 de la tarde, miles de simpatizantes se unieron a la marcha “por la paz”, en un claro gesto de apoyo hacia Irán, un país que actualmente se encuentra en medio de un conflicto bélico con Israel. Este evento no solo representó una movilización política, sino que también evidenció la solidaridad internacional que por tradición ha caracterizado al chavismo.
Recorrido de la Marcha
La manifestación, que se desarrolló en un ambiente de fervor y unidad, recorrió las avenidas México y Universidad, conduciendo a los participantes hacia el Palacio Federal Legislativo. Las calles de Caracas se vieron colmadas de pancartas, banderas y cánticos que evidenciaban el respaldo a Irán y el rechazo a las acciones de Israel. Este tipo de movilizaciones no son inusuales para un gobierno que busca establecer la narrativa de una lucha a favor de los oprimidos, en este caso, el pueblo iraní.
El Mensaje del Embajador de Irán
Durante la marcha, el embajador de Irán en Venezuela, Hojjatolah Soltani, tomó la palabra, expresando su gratitud hacia el pueblo venezolano por el apoyo demostrado. “Extiendo mi agradecimiento sincero por tanta solidaridad en apoyo a nuestro país y en defensa del mundo, somos un país agredido por un Estado sionista”, declaró Soltani, enfatizando el carácter de víctima que su gobierno asocia a la situación del conflicto con Israel.
Soltani no escatimó en señalar que Israel y el sionismo son “racistas y se consideran superiores a otros seres humanos”, una afirmación que ha sido comúnmente utilizada en el discurso político para galvanizar el apoyo en regiones como América Latina, donde la población tiende a ser sensible a los temas de justicia social y derechos humanos.
Referencias a Chávez y Bolívar
En un tono emotivo, el embajador hizo referencia a figuras emblemáticas de la izquierda latinoamericana como Hugo Chávez y Simón Bolívar, afirmando que, “si Chávez y Bolívar viviesen, estarían juntos para defender la paz del mundo”. Esta alusión buscó reforzar los lazos históricos y simbólicos entre ambos países, así como subrayar la importancia de unirse contra lo que ellos consideran agresiones imperiales.
La Postura del Gobierno Venezolano
Diosdado Cabello, vicepresidente sectorial de Política, Seguridad Ciudadana y Paz, también pronunció un discurso, rechazando enérgicamente los “ataques sionistas de Israel”. Cabello enfatizó que la manifestación tenía como objetivo “rechazar la agresión de Israel contra Irán”, alineándose así con la narrativa de que ambos países comparten un enemigo común que se manifiesta a través de la opresión y la violencia.
La retórica utilizada por Cabello y otros líderes chavistas apela a un sentimiento de lucha colectiva, donde se plantea a Venezuela como un faro de resistencia frente a las potencias que buscan imponer su voluntad. Esto no solo proporciona un sentido de unidad en el territorio nacional, sino que también busca proyectar a Venezuela como un actor relevante en las dinámicas internacionales.
Desafíos en el Escenario Internacional
A pesar de la movilización y el fervor mostrado, el apoyo de Venezuela a Irán se desarrolla en un contexto internacional complejo. Las relaciones entre países en el ámbito del terrorismo, los derechos humanos y las sanciones económicas son temas delicados que podrían tener repercusiones en la política exterior venezolana. La retórica bolivariana, que históricamente ha buscado una inserción en un mundo multipolar, podría verse desafiada por los constantes cambios en la geopolítica global.
Conclusiones
La marcha del 19 de junio resalta la estrategia del chavismo de utilizar la solidaridad internacional como una herramienta para consolidar el apoyo interno y reafirmar su narrativa política. A través de la defensa de Irán, el gobierno de Nicolás Maduro busca no solo tejer alianzas en el contexto geopolítico, sino también reforzar su base de apoyo en casa, capitanizando los sentimientos antiimperialistas que han caracterizado la política venezolana en las últimas décadas.
Como es habitual en este tipo de eventos, las imágenes y testimonios de la marcha se difunden rápidamente a través de las redes sociales, destacando la relevancia de la comunicación en la era digital. El impacto visual de la movilización, junto con los discursos emitidos, se convierte en parte de una narrativa que busca influir no solo en la opinión pública local, sino también en el contexto internacional, proyectando a Venezuela como un bastión de la resistencia ante la hegemonía occidental.
Con información de La Verdad
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