Con una inversión sin precedentes de más de 1.600 millones de dólares, este martes se concretó el traspaso de la Concesión de la Ruta 68 desde Vías Chile a la empresa Sacyr Concesiones, en una ceremonia encabezada por la ministra de Obras Públicas, Jessica López. Este evento marca un hito significativo en la infraestructura vial chilena, dado que se trata de la mayor inversión licitada por el sistema de Concesiones en la historia del país.
El contrato tiene como objetivo modernizar uno de los ejes viales más importantes de Chile: la Ruta 68, que conecta la capital, Santiago, con la costa central, específicamente con las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar. Este corredor es vital no solo para el transporte de personas, sino también para el comercio y el turismo, sectores que son fundamentales para la economía chilena.
Entre los hitos del proyecto se incluyen dos nuevos túneles con dos pistas cada uno, así como una serie de obras de mejoramiento a lo largo de los 140 kilómetros que abarca la ruta. Estas construcciones están diseñadas para facilitar un tránsito más seguro y fluido, reduciendo los tiempos de viaje y, por ende, mejorando la calidad de vida de los usuarios.
La ministra López destacó la envergadura de esta infraestructura: “Este proyecto es nuestra mayor concesión en términos económicos para la Región Metropolitana y la de Valparaíso. Equivale a dos puentes Chacao, para dimensionar su magnitud”, afirmó. La nueva concesión, que tendrá una duración estimada de 30 años, beneficiará directamente a las comunas de Estación Central, Lo Prado, Pudahuel, Curacaví, Casablanca, Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana.
A partir de hoy, se implementó una rebaja tarifaria cercana al 5% en todos los peajes de la Ruta 68. Esto implica reducciones que van desde los $100 hasta los $800, dependiendo del tipo de vehículo y la franja horaria. Esta medida no solo busca aliviar el costo del transporte para los usuarios, sino también incentivar el uso de esta vital vía, que es frecuentemente utilizada por miles de chilenos en sus trayectos diarios.
Lo que sigue es un largo proceso de ejecución de obras que no solo busca mejorar la seguridad y fluidez del tránsito, sino también consolidar una ruta estratégica para el comercio, el turismo y la vida cotidiana de millones de personas. La modernización de la Ruta 68 es un paso hacia la modernización de la infraestructura del país, alineándose con las necesidades de un Chile en constante evolución.
El traspaso de la concesión de la Ruta 68 a Sacyr Concesiones representa no solo una inversión histórica, sino también un compromiso con el desarrollo y la modernización de la infraestructura vial en Chile. A medida que las obras avancen, se espera que esta ruta no solo mejore las condiciones de vida de los usuarios, sino que también impulse el crecimiento económico de las regiones conectadas. La esperanza es que, con la implementación de estas mejoras, Chile pueda enfrentar los desafíos del futuro con una red vial más robusta y eficiente.
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