El Tren Santiago-Valparaíso: Un Proyecto que Espera Pacientemente
El pasado martes, el gobierno chileno confirmó una noticia que ha dejado a muchos expectantes: la licitación del tren Santiago-Valparaíso no se llevará a cabo durante la administración del presidente Gabriel Boric. La información fue proporcionada por la ministra de Obras Públicas, Jessica López, quien explicó que el proceso de licitación se iniciará una vez que finalice el actual mandato.
Detalles del Anuncio
La confirmación del retraso se dio durante la entrega del balance de la ejecución presupuestaria en inversión del primer semestre de 2025, un evento que también contó con la participación de la ministra (s) de Hacienda, Heidi Berner, y la directora de Presupuestos, Javiera Martínez. La ministra López enfatizó que “Tuvimos una demora porque tuvimos que re-licitar el estudio integral del proyecto. Dadas esas condiciones, la licitación para la ejecución va a ser con posterioridad al término de esta administración”.
Un Proceso que No Se Detiene
A pesar de que el concurso para llevar a cabo la obra ha quedado fuera del periodo actual, la ministra aseguró que se avanzará en un proceso de precalificación de empresas interesadas. “Vamos a tener declaraciones de interés. Eso va a ser también un llamado internacional, que ese sí lo vamos a dejar realizado”, añadió, lo que sugiere que el proyecto sigue siendo una prioridad para el gobierno, aunque el proceso formal se extienda más allá de su mandato.
Conectividad Regional: Un Objetivo Clave
El plan de construcción del tren busca conectar Quinta Normal con El Salto (Viña del Mar) en un tiempo estimado de una hora y media. Este esfuerzo tiene como objetivo mejorar la conectividad en comunas que actualmente padecen de un débiles accesos al transporte, como Tiltil, Llay Llay y La Calera. Esta conexión no solo es vital para el transporte diario de los ciudadanos, sino también para fomentar el desarrollo económico en estas áreas.
Reutilización de la Infraestructura Existente
El gobierno chileno planea reutilizar parte de la red ferroviaria existente y complementarla con nueva infraestructura. La primera etapa del proyecto incluye el uso del tramo proyectado Quinta Normal–Batuco junto con la vía de carga actual. Se contemplan mejoras significativas, como enlaces, desvíos y una posible cuarta vía, así como un nuevo trazado entre Limache y El Salto.
Impacto del Megaproyecto
Este megaproyecto ha sido presentado como una de las prioridades del Ejecutivo en materia de transporte y conectividad. Sin embargo, su concreción dependerá del gobierno que asuma en marzo de 2026. Esto plantea interrogantes sobre la continuidad y viabilidad del proyecto, especialmente ante la posibilidad de que el próximo gobierno tenga otras prioridades o enfoques en políticas de transporte.
Expectativas y Retos por Delante
Mientras tanto, el tren Santiago-Valparaíso se ha convertido en un símbolo de la esperanza de una mejor conectividad en Chile. Sin embargo, los retos son numerosos. La necesidad de financiamiento, la oposición de ciertos sectores y la logística necesaria para llevar a cabo un proyecto de tal envergadura son solo algunos de los obstáculos que se deben superar.
Conclusión: Un Futuro Incierto
El anuncio de que la licitación del tren no se llevará a cabo durante la administración de Gabriel Boric es un recordatorio de que, en la política, los tiempos de ejecución pueden ser tan inciertos como los resultados de los proyectos mismos. Los ciudadanos esperan que, independientemente del gobierno que asuma en el futuro, se priorice la conectividad y el desarrollo de infraestructuras que beneficien a todas las regiones de Chile. El tren Santiago-Valparaíso no es solo una obra de transporte; es un sueño de progreso que, aunque ha sido postergado, sigue siendo una meta a alcanzar.