Los hogares venezolanos aportan más de US$ 10.600 millones al año a las economías de América Latina y el Caribe, principalmente a través del consumo en vivienda, alimentos, educación y salud, según un nuevo informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) publicado este jueves.
El estudio sostiene que la migración venezolana se ha consolidado como un factor clave de crecimiento económico en la región. Además del consumo, las personas migrantes pagan impuestos, emprenden, generan empleo y dinamizan sectores estratégicos como la gastronomía, el turismo y la tecnología. De acuerdo con el informe, su aporte representa cerca del 1,2 % de la recaudación tributaria en los países analizados.
La investigación —realizada en Colombia, Panamá, Ecuador, Chile, Costa Rica, República Dominicana, Perú y Aruba— destaca que la población migrante venezolana cuenta con alta productividad y una sólida formación técnica y universitaria. Sin embargo, ese potencial sigue condicionado por barreras estructurales: el 82 % trabaja en la informalidad y el 41 % no tiene acceso a crédito ni a servicios financieros formales.
“Estas barreras restringen su autonomía económica, el crecimiento de sus negocios y su capacidad de contribuir aún más sustancialmente al desarrollo local”, advierte la OIM. Aun así, el organismo reconoce avances en materia de regularización: de los 6,9 millones de venezolanos que viven en América Latina y el Caribe, cerca del 70 % cuenta con un estatus migratorio regular.
“La regularización es una base necesaria para reducir la informalidad y maximizar los aportes económicos de las personas migrantes”, subraya el informe, que añade que los venezolanos aportan en promedio alrededor del 3 % del total de la recaudación tributaria en los países evaluados. En Colombia, donde residen cerca de tres millones de venezolanos, esta contribución ha superado los US$ 529 millones.
En Chile, el impacto económico también es significativo. Los venezolanos representan el 8,2 % de la población y su aporte equivale al 10 % de la economía del país, además de sumar fuerza laboral joven en una sociedad marcada por el envejecimiento. No obstante, la OIM advierte que el impacto podría ser mayor si aumentara el nivel de regularización, que actualmente se sitúa en 24,8 %.
Este escenario contrasta con propuestas recientes del presidente electo José Antonio Kast, quien ha planteado la creación de un “corredor” para devolver a los migrantes a sus países de origen, en un contexto donde los datos del propio informe apuntan a un aporte económico concreto y sostenido de la migración venezolana en la región.


