Durante la noche y la mañana del domingo, Ucrania se vio sometida a un ataque aéreo por parte de al menos 103 drones rusos, incluidos los modelos “Shaheds” de fabricación iraní, según informó la Fuerza Aérea del país.
De acuerdo con los informes de la Fuerza Aérea a través de , un total de 52 drones fueron derribados en 12 de las 25 regiones de Ucrania. Además, otros 44 drones lograron evadirse de los radares sin causar daños, gracias a las contramedidas activas implementadas por las defensas aéreas, mientras que uno de los drones ingresó al espacio aéreo de Bielorrusia.
A pesar de la eficacia de las defensas aéreas, el ataque ruso provocó daños en edificios residenciales, comercios y otras propiedades en las áreas de Jersón, Mikolaiv, Chernikov, Sumi, Zhitomir y Kiev. En la ciudad de Jersón, al menos dos personas perdieron la vida en un ataque con drones, según informaron las autoridades locales.
En Kupiansk, en la región de Járkov, un hombre de 56 años resultó gravemente herido por un dron ruso y tuvo que ser sometido a la amputación de un brazo, informaron las autoridades locales. Además, la ciudad y sus alrededores sufrieron un ataque con un misil balístico Iskander-M y al menos 11 bombas aéreas guiadas.
En medio de estos ataques, las autoridades locales continuaron trabajando para mitigar los daños en el hospital oncológico de Jersón, que fue impactado por dos bombas aéreas guiadas de origen ruso. El presidente Volodimir Zelenski expresó en su preocupación por este ataque selectivo a una institución médica vital para los habitantes de Jersón.
La situación en Ucrania sigue siendo crítica tras este ataque aéreo por parte de drones rusos, que ha dejado un saldo de muerte y destrucción en varias regiones del país. Las autoridades continúan evaluando los daños y trabajando para garantizar la seguridad de la población afectada.